En todas las casas cuecen habas, y en la Universidad de Granada, donde día a día estudian y trabajan más de 80.000 personas, no es de extrañar que de vez en cuando surjan conflictos, de mayor o menor gravedad. Para que se solucionen lo antes y mejor posible y no generen problemas mayores, la Universidad granadina tiene previsto crear un Área de Mediación y Conciliación. Es un proyecto de la Inspección de Servicios y el Vicerrectorado de Calidad Ambiental, Bienestar y Deporte de la UGR con el que se pretende principalmente facilitar el diálogo, ejercer un papel de mediación y atender a las partes implicadas.

"A veces se trata de problemas simples que tienen la solución charlando, pero otras veces los problemas pueden tener más repercusión", manifiesta el inspector de Servicios, Luis Megías.

Según los datos facilitados por Megías, el nuevo servicio contaría como mínimo con tres mesas de negociación: una para los conflictos del profesorado y los investigadores, otra para los problemas entre estudiantes y otra dedicada al Personal de Administración y Servicios.

Esta unidad de resolución de conflictos estaría formada por personal administrativo, jurídico, médico y psicológico para dar una atención completa a los afectados. "Muchas veces se resienten médica o anímicamente por el conflicto que están viviendo", explica el inspector, que comenta que actualmente están recabando información sobre otras universidades que cuentan con estructuras similares, aunque habrá que tener en cuenta las peculiaridades de la UGR, con varios campus dispersos, por ejemplo. "Creemos que es un instrumento imprescindible, porque muchos problemas se solucionan hablando", concluye Megías.