Universidad

Una Universidad "abierta de par en par, transparente, eficiente y de calidad"

  • Lodeiro promete en su programa que impulsará el desarrollo de la institución y su salto a Europa y solucionará algunos de los problemas que arrastra, como la falta de espacio o la precariedad laboral

Quien la sigue la consigue. Esta vez Francisco González Lodeiro se ha hecho con el ansiado sillón del Rectorado y, por tanto, con el gobierno de la Universidad durante los próximos cuatro años. Ya lo intentó en 2000, pero el puesto acabó entonces en manos de David Aguilar, que ha estado al mando de la institución durante los últimos siete años. En esta ocasión, las urnas le han dado a Lodeiro su confianza, quizás porque los tiempos cambian, o porque ha desarrollado más su programa, porque sus oponentes no han conseguido tener el peso de Aguilar, o porque el sufragio universal le ha sonreído más que el voto del Claustro.

Lo que está claro es que las circunstancias eran completamente diferentes y han hecho que el viento sople a su favor. Su proyecto de una Universidad "abierta de par en par", que era el lema de su campaña, ha calado en la comunidad universitaria. Una UGR abierta al diálogo interno, pero también a la colaboración con la sociedad, explica en su programa, en el que cuelga también varios adjetivos más a la Universidad que piensa liderar: trasparente, eficiente, rigurosa, comprometida y moderna.

Lodeiro carga ahora con la responsabilidad de desarrollar la Universidad del siglo ventiuno que Aguilar comenzó a dibujar y que ahora hará frente a retos como la adaptación al Europa, que puede suponer toda una revolución en los planes de estudio, los métodos docentes y el funcionamiento de la institución.

El nuevo rector tendrá que impulsar proyectos que ya están en marcha, como el Campus de la Salud, además de potenciar el estatus que ha alcanzado la institución en materias como investigación. Pero también se le plantean problemas a los que dar respuesta, como la falta de espacio o la precariedad de algunos trabajadores, que es una de las preocupaciones a las que más atención ha prestado en su campaña. También decidirá hacia dónde va a crecer la UGR. Además, un cambio en su relación con la sociedad y con las empresas parece algo ineludible en estos momentos.

De qué personas se rodeará para llevar a buen puerto todo este trabajo es una de las grandes incógnitas que se plantean. Los nombres, con toda probabilidad, saldrán en gran parte del equipo que ha trabajado con él en la campaña, aunque también las plataformas de los candidatos eliminados en la primera vuelta y que lo han apoyado en la segunda, Antonio Campos y Luis Rico, esperan que les toque parte del pastel y Lodeiro no ha descartado integrar a personas de otros equipos. De todos modos, cómo quedará la alineación final, es algo que está por ver y uno de los primeros asuntos que debe poner sobre la mesa.

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