Granada

Vence el 'no es no'

  • Pedro Sánchez gana con holgura las primarias al obtener un 50% de los apoyosl Susana Díaz encaja una derrota con el 39,9% y con menos votos que avalesl El resultado convulsiona el país al ganar un PSOE que no desea entenderse con el PP

Susana Díaz, durante su intervención anoche en la sede de Ferraz.

Susana Díaz, durante su intervención anoche en la sede de Ferraz. / javier lizón / efe

Pedro Sánchez estaba muerto y casi enterrado, sin acta de diputado y lastrado por dos derrotas electorales, las peores de la historia del PSOE, pero ha resucitado: el 28 de enero anunció en Dos Hermanas que volvería a competir en las primarias después de meses de dudas, le tuvieron que inyectar toscaína -el ánimo del alcalde nazareno, Francisco Toscano- y a lo largo de la campaña se vino creciendo, el relato del no es no le ha funcionado, la oposición sin fisuras a Mariano Rajoy ha ganado dentro de este partido de izquierdas que no acepta ningún entendimiento con el PP. Otra cosa es si sirve para unas generales, pero la militancia ha vuelto a confiar en él. Pedro Sánchez ha ganado, por segunda vez, unas elecciones primarias en su partido para ser el secretario general, y lo ha hecho en contra de Susana Díaz, que se presentó ante los militantes con dos lemas que han sido rechazados: no es cien por cien PSOE y no es una ganadora nata.

Pedro Sánchez ha obtenido el 50,2% de los votos, y supera en dos puntos su resultado de las primarias de hace tres años. Susana Díaz se queda con el 39,9%, sólo consigue ganar en Andalucía y aun así obtiene un 63%, lo que deja abierto futuras guerras en el PSOE andaluz. Y Patxi López queda en tercer lugar con el 9,8%, aunque a diferencia de Díaz, obtiene más votos que avales. La participación ha sido la más alta, ha votado el 79,9% de los 187.831 militantes con derecho a sufragio.

Si el relato del 'no es no' funcionaba, y ha funcionado, Susana Díaz era la contrincante idealQueda demostrado que las primarias son adversas para quien está en la dirección

Pero Sánchez no sólo ha vencido a la presidenta andaluza, cuya carrera política sale muy tocada, sino a todos los barones con gobiernos autonómicos, a excepción de la balear Francina Armengol, y a la propia historia del partido, lo que existe es otro PSOE, de nada ha servido el apoyo de Felipe González, de Rodríguez Zapatero, de Rubalcaba, de Carme Chacón y de Alfonso Guerra a Susana Díaz. El PSOE tembló anoche, pero la corriente, no detectada por los socialistas andaluces, ya era muy fuerte desde hace semanas. En cierto modo, el mejor contrincante con el que el relato de Pedro Sánchez se iba a encontrar era el de era Susana Díaz, porque fue ella la que tuvo que liderar la batalla orgánica para quitarle como secretario general y para que España no se viese abocada a unas terceras elecciones. Fueron las personas que acompañan a la presidenta, Antonio Pradas y Verónica Pérez, quienes alcanzaron la proyección pública en los días previos al comité federal de octubre. Fue, entonces, cuando los pedristas señalaron a Susana y a Felipe como los culpables de lo sucedido.

Pero el caso es que la militancia también ha rechazado esa tercera vía que se opuso a Mariano Rajoy en su investidura, pero que abogaba por un entendimiento: a Patxi López. El fracaso del ex lehendakari indica que la militancia no sólo rechazaba al PP y a Rajoy y que no comprendió, o no le explicaron, la abstención en la investidura, sino que ha recompensado a quien asumió esa decisión hasta el final, incluso con su renuncia al escaño en el Congreso.

Para Susana Díaz el resultado es malo sin paliativos, no sólo ha perdido, sino que ha obtenido menos votos que avales, casi 1.000 menos, lo que indica que muchos de quienes firmaron por su candidatura lo hicieron presionados por las direcciones. Es un varapalo, aun mayor, para todos los barones regionales, porque han perdido en sus territorios. La derrota ha sido mayor para García-Page, Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig, Javier Lambán y Javier Fernández puesto que Sánchez ha ganado en La Mancha, Extremadura, Valencia, Aragón y Asturias, sus puestos son los que más peligran al día de hoy. Queda demostrado que las primarias socialistas siempre perjudican a quienes están en la dirección, así ocurre desde 1998.

La valoración que hizo anoche Díaz fue, cuanto menos, extraña, ya que subrayó que la militancia andaluza le había votado masivamente porque es la que está en contacto con la ciudadanía. Pero en la comunidad no ha llegado al 70% como ella quería, sino siete puntos menos, las cosas tampoco le han ido demasiado bien en el sur. En provincias como Cádiz y Málaga se aproximan tormentas internas en los congresos locales.

El resultado de estas primarias no sólo afectan al PSOE, el Gobierno del PP sabe que, a partir de ahora, no podrá contar con los socialistas, ya que vuelve un líder, Pedro Sánchez, que ni tiene química con Mariano Rajoy ni desea llegar a ningún acuerdo con los populares en ningún municipio. a Sánchez le espera, eso sí, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que tiene planteada una moción de censura en el Congreso. No es probable que el PSOE ayude a que Iglesias sea el próximo presidente gracias a esa moción, pero Rajoy tendrá que amarrar muy bien el apoyo nacionalista para aprobar el Presupuesto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios