aromas y sabores

Vendimias madrugadoras

  • Cambios. En toda Europa las vendimias se adelantan este año y en ciertas zonas con bastante incertidumbre. Veamos qué nos depara la añada 2017, marcada por las heladas y el intenso calor

La vendimia es un momento clave para las bodegas.

La vendimia es un momento clave para las bodegas. / M. l.

Dos hechos importantes han condicionado las vendimias de este año: las fortísimas heladas de primavera y el calor intenso de la primavera y el verano. En el primer caso, se perdió gran parte de la cosecha pues las vides ya estaban en floración y en el segundo porque aceleraron su ciclo vegetativo encontrándonos ahora con uvas que han llegado pronto a su madurez alcohólica, es decir, la pulpa ya está madura y contiene los azúcares necesarios para ser transformados en alcohol y, por lo tanto el mosto en vino; sin embargo pueden no haber llegado a la madurez fenólica, que es la que nos indica que la uva es apta para empezar el proceso de vinificación, con los compuestos fenólicos como taninos y antocianos en estado óptimo, y son estos compuestos los que nos van a aportar la mayoría de los aromas de un vino. La clave de esta maduración reside en las pepitas y las pieles. Una decisión muy importante para cualquier bodega es elegir el momento preciso y óptimo para vendimiar.

Mucho tiene que ver en este adelanto de las vendimias el cambio climático, y si no, miren en el calendario las fechas en las que tradicionalmente se celebran las Fiestas de la Vendimia en diferentes comarcas y las fechas reales de la recogida de uva en las mismas. Encontraremos hasta un mes de diferencia entre ambas. Aunque este adelanto no es en sí mismo ni bueno, ni malo, el hecho de no darle a la planta la oportunidad de que lleguen las lluvias necesarias con las que paliar los importantes efectos negativos que están teniendo sobre la cantidad de la cosecha la fuerte sequía vivida en la práctica generalidad de España, pero de manera muy marcada en el tercio norte peninsular; tendrá importantes consecuencias.

España prevé una caída del 10% de la producción vitivinícola, que no será tan acusada como en Francia

Junto con el adelanto en los tiempos de estas primeras vendimias del Hemisferio Norte, la otra característica de la nueva producción vitivinícola será la reducción en sus volúmenes, que en España se estima que sea del 10%, hasta una producción aproximada de 39 millones de hectolitros. Todas las voces del sector apuntan a ese descenso en los volúmenes, que aunque importante (puede llegar hasta el 12% de media en toda España), parece que no será tan significativo como, por ejemplo, en Francia (la primera estimación ministerial apunta a un retroceso del 17% respecto a la vendimia de 2016), viendo su producción reducida entre 10 y 12 millones de hectolitros, en parte por las heladas primaverales y en parte debido al Mildiu -plaga fúngica que se ha extendido por algunas regiones productoras debido a las lluvias que siguieron a una calurosa primavera- mientras que en Italia se proyecta un descenso de 5 millones de hectolitros. Entre los tres principales productores del mundo (España, Francia e Italia), se obtendrán 20 millones de hectolitros menos este año. También hubo problemas de heladas en Alemania, Austria, Chequia, Macedonia, Bulgaria y Hungría, que podrían restar otros 2 millones de hectolitros.

Con un importante adelanto, en la tercera semana de julio arrancaron las vendimias 2017 en España. Como viene siendo ya tradición, fue en Montilla-Moriles donde se iniciaron los trabajos de corte de racimos de las variedades blancas tempranas destinadas a vinos jóvenes. Le seguirían días después las fincas más precoces de las Islas Canarias y del Marco de Jerez.

La vendimia en Castilla-La Mancha, principal región productora de España y del mundo, arrancó a primeros de agosto, con más de 20 días de antelación respecto a una campaña media y las organizaciones agrarias prevén hasta 3 millones de hectolitros menos en la vendimia de este año.

En Galicia, por ejemplo, la Denominación de Origen Ribeira Sacra encara la vendimia más madrugadora de su historia, a principios de agosto. El pasado año por estas fechas, el pedrisco se llevó por delante 400.000 kilos de uva. Los viticultores miran estos días de reojo para el cielo cada vez que asoma una nube. Su inquietud parece más justificada que nunca. Si todo va bien, antes de una semana habrá uvas a salvo de posibles tormentas. La Denominación de Origen Rías Baixas prevé aumentar un 12% su vendimia este año. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen prevé un ciclo vinícola "excelente, con ausencia de plagas y enfermedades". Esta situación viene propiciada también por una primavera "muy seca y cálida, con una anomalía positiva en la temperatura media de 1,8 grados. Además las buenas condiciones climatológicas durante el mes de junio provocaron "un alto ritmo de crecimiento vegetativo", lo que conjugado con la buena salud de los viñedos augura el incremento de la producción. Debido a este adelanto en el ciclo vegetativo, Rías Baixas ultima ya los preparativos de la vendimia con la previsión de que se pueda iniciar antes de lo habitual, en función de la meteorología de los últimos días de agosto.

La vendimia en Rioja Alavesa podría adelantarse este año a la semana del 18 de septiembre con unas uvas sanas y de buen tamaño, y con un volumen de recogida del 90% de la producción establecida en la normativa, por lo que no se espera una cosecha "grande". Lo cierto es que la situación de los viñedos es un poco irregular, debido a las heladas registradas el pasado 28 de abril en el territorio alavés. La helada fue tardía y extensa, lo que ha provocado que haya fincas que tardaron en rebrotar 20 días, de forma que hay parcelas que van con un retraso respecto a la generalidad. Lo que falta ahora es ver, en el mes de septiembre, cuál será su ciclo de maduración.

Esta semana arranca la vendimia en Rueda. Un proceso que ya se venía anunciando adelantado. Además de las heladas, el pedrisco que llegó después también afectó a la misma zona de Segovia que será la que más reducida vea la cosecha este año en una vendimia que está a unas horas de comenzar.

También en Granada la vendimia se adelanta. Muchas bodegas ya han vendimiado o están terminando de vendimiar las variedades blancas y empiezan con las tintas, un adelanto provocado por las altas temperaturas de la primavera y el verano que los granadinos hemos sufrido en propia piel, aunque la altitud juega a favor de una buena calidad de la uva y unos buenos rendimientos. En todo caso, uvas sanas que auguran buenos vinos.

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