Granada

Vía libre para la tasa turística

  • La Junta no impondrá este gravamen pero permitirá que los ayuntamientos lo apliquen

  • Granada abrirá el debate con los hosteleros para estudiar su implantación

Un grupo de turistas.

Un grupo de turistas. / M. G.

Vía libre a la tasa turística. La Junta de Andalucía no implantará dicho tributo a nivel autonómico, pero sí otorgará libertad a las corporaciones locales que lo deseen cobrar. Así lo hizo saber ayer Susana Díaz en unas declaraciones que suponen un cambio de postura ya que la Junta era reacia hasta ahora a aplicar esta tasa que se encuentra muy extendida por las capitales europeas y que en España lleva años aplicándose en Barcelona. No obstante, para que sea una realidad es necesario que cambien dos realidades que a día de hoy tiene en contra: por un lado, la normativa autonómica, que actualmente la prohíbe, y por otro, el sector empresarial de Granada, que se muestra contrario a este cobro. Desde el Ayuntamiento, la concejala de Turismo y Comercio, Raquel Ruz, pone como condiciones irrenunciables que exista consenso con el sector empresarial de la ciudad y que sea factible desde el punto de vista legal. "En primer lugar habría que reunirse con el sector para estudiar la posibilidad de instaurar una tasa turística", señala la concejala aunque la posición de los hosteleros es contraria a gravar a los visitantes. "Es lógico que el Ayuntamiento esté interesado en nuevas vías de recaudación con la situación actual que padece y que podrían ayudar a la rehabilitación de nuestro patrimonio histórico, pero cualquier decisión en este sentido debe ser consensuada", prosigue Ruz que resalta que "en ningún caso" impondría una tasa turística. Por otro lado, en paralelo, el Ayuntamiento necesita tener sobre la mesa un estudio jurídico riguroso sobre la legalidad de implantar esta medida desde el Consistorio. "Ha habido otras experiencias en ciudades españolas que han sido anuladas ya que, según parece, la Junta no intención de implantar una norma a nivel autonómico", continúa la concejala, que en todo caso se muestra abierta de abrir el debate para determinar qué establecimientos o qué visitantes deberían pagar la tasa, además de tener claro desde del primer momento el destino que se daría a este nuevo flujo de ingresos.

En este futuro debate, los hosteleros ya avanzan que están "radicalmente en contra" de penalizar "una de las pocas actividades que funcionan en Granada y su provincia", según explicó ayer Antonio García, secretario general de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada. En este hipotético encuentro, lo segundo que harían los hosteleros sería volver a poner sobre la mesa el viejo proyecto de gravar el precio de las entradas a la Alhambra. Esta idea ya la retomó el exalcalde José Torres Hurtado, que propuso en su momento subir 2 euros el precio del acceso al monumento nazarí, aunque desde la Federación de Hostelería se desmarcan de aquel proyecto porque no estaba clara la gestión posterior del dinero que podría recaudarse. "Se haría a través de una mesa de trabajo en la estuvieran representadas todas las instituciones para la rehabilitación del casco histórico o la creación de un convention bureau potente para vender la marca Granada", continúa García para fijar la posición de los empresarios frente a la puerta que ayer dejó entreabierta la presidenta de la Junta.

La tasa turística, por tanto, no se extenderá por toda Andalucía. Susana Díaz manifestó ayer el compromiso de su gobierno de no instaurarla a nivel autonómico, aunque, eso sí, respetará la "autonomía local y la voluntad de lo que quieran hacer los ayuntamientos". El hecho de que no se convierta en un tributo generalizado en toda la comunidad resulta obvio, pues desde que surgió este debate se ha demostrado que no existe consenso suficiente ni territorialmente ni por sectores. La disparidad de criterios e intereses han marcado las posturas.

La primera en posicionarse en contra fue la propia Junta. El consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, calificó hace menos de un año de "inoportuna" la propuesta de implantar este tributo, al entender que se pondría en riesgo la competitividad de la oferta andaluza. Fernández, en su momento, también puso como condición para establecer la tasa la necesidad de que exista un amplio consenso.

Y aquí es donde comenzaron a surgir otras posiciones contrarias. La primera fractura es territorial. El eje turístico entre Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada estaba roto en este sentido. La ciudad califal y la capital de la Costa del Sol ni siquiera se lo habían planteado. Estaba fuera de sus agendas y se mostraban poco receptivas a aplicarla, quizá, porque consideren que puede "espantar" a los futuros visitantes. En Granada, por contra, la posición ha sido similar a la de la capital andaluza. El anterior equipo de gobierno del PP ya lo planteó y elaboró un estudio sobre los posibles ingresos que podrían recaudarse a través de la tasa. El resultado fue de 4 millones de euros, cantidad de dinero que se emplearía en la promoción de la ciudad y en mejorar su oferta.

Pretensión idéntica es la que persigue el Ayuntamiento de Sevilla, que en este caso podría ir de la mano con Granada en el eje turístico para defender la tasa. En todo caso, desde la Plaza del Carmen se reafirma la voluntad de diálogo para consensuar qué establecimientos gravar y cuáles no, teniendo en el horizonte los casos de otras capitales europeas como Roma, donde se cobra 7 euros en determinados hoteles de mayor categoría.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios