Granada

El aire tiene mala calidad en Granada cuatro de cada diez días al año

  • El intenso tráfico es una de las principales fuentes de contaminación · En el caso del ozono, los valores son peores que grandes ciudades como Madrid y Barcelona

Granada registra una mala calidad del aire durante más de un 40 por ciento de los días al año debido fundamentalmente al intenso tráfico, que es su principal fuente de contaminación, y a su montañosa orografía, que contribuye a la concentración de partículas al dificultar la dispersión del viento.

Esas circunstancias, unidas al largo periodo de sequía, no hacen prever una mejora de la situación, sino en todo caso una tendencia a empeorar, especialmente porque el tráfico, principal foco contaminante, sigue creciendo, explicó el director del Centro de Educación Ambiental de Granada, Federico Velázquez.

La concentración de partículas es la causa principal de la contaminación durante el invierno en Granada, mientras que el ozono es responsable de la mala calidad del aire en verano, según Velázquez, que impartió ayer una conferencia sobre salud y ambiente.

Aunque en líneas generales la calidad del aire en Granada "no es buena" y figura entre las ciudades contaminadas, al compararla, sus parámetros son mejores o peores que otras capitales españolas en función del tipo de contaminantes.

En el caso de la contaminación por ozono, los valores de Granada son peores que los de grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, aunque mejores que los de otras capitales andaluzas. Sin embargo, en lo que se refiere a la concentración de partículas la calidad es mejor que en las grandes ciudades, lo que se explica en que cuanto mayor es la ciudad mayor es también el número e intensidad de las fuentes contaminantes.

En Granada, con escasa actividad industrial, las principales fuentes contaminantes son el tráfico durante todas las épocas del año y la calefacción durante el invierno, aunque cada vez en menor medida porque ya es raro el uso de calefacciones de carbón. La proliferación de calles estrechas amplifica además la contaminación procedente del tráfico porque impide que las partículas se dispersen bien, lo que produce un "efecto cañón". Las inmediaciones de la Avenida de Dílar y el Camino de Ronda son las zonas que suelen presentar un mayor nivel de contaminación.

Para paliar los efectos de la contaminación atmosférica, que causa al año tres millones de muertes en el mundo, 360.000 en la UE y 16.000 en España, Velázquez aboga por la combinación de medidas correctoras y protectoras.

Entre las primeras se incluiría la incorporación de energías renovables en las nuevas construcciones, el fomento del transporte público y de otras medidas tendentes a disuadir el tráfico privado.

Las protectoras, que deben correr a cargo de la administración, pasarían por facilitar la información pública sobre los niveles de contaminación para propiciar que la ciudadanía tome precauciones.

Así, se disuadiría de hacer ejercicio al aire libre en las horas del día en las que la calidad del aire no es buena o se aconsejaría a los grupos vulnerables como niños, ancianos o enfermos crónicos que no salieran en los momentos o zonas con mayor concentración de tráfico.

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