Puede que el kilómetro cero de Granada esté en Puerta Real, pero el kilómetro cero turístico se sitúa 350 metros más arriba, en la confluencia entre Reyes Católicos y Gran Vía. Es raro pasar por la plaza Isabel la Católica sin cruzarse con turistas haciéndole fotos a la estatua de la reina y Colón; a grupos que inician sus rutas hacia el Realejo, el Albaicín o la Alhambra; o a viajeros que se refugian del calor bajo la sombra de sus frondosos magnolios. La plaza Isabel la Católica es uno de los puntos de partida preferidos de los turistas, y dentro de unos meses se convertirá también en un destino. Después de más de una década cerrada a cal y canto, la antigua sede del Banco Santander, aquella que cambió la fisonomía de la plaza instalando una cortina de espejos que levantó ampollas entre los granadinos, volverá a abrir sus puertas. Y esta vez no será un banco, ni un centro comercial como llegó a plantearse hace años, sino un hotel que está destinado a convertirse en un establecimiento emblemático de la ciudad.

Las obras del edificio, que hasta ahora se habían desarrollado en el interior, ya han salido a la calle, y desde hace días los operarios trabajan en la fachada y los cerramientos del nuevo hotel. La previsión es que el nuevo establecimiento se sume a la oferta turística granadina este mismo año, tras la culminación de unos trabajos que todavía pueden prolongarse dos o tres meses, según informaron ayer fuentes conocedoras de la situación en la que se encuentra el hotel.

Será la empresa granadina Marquis Hotels la que gestione el establecimiento. Todavía se sabe poco del Hotel Marquis Issabel´s -este es el nombre que anuncia la empresa en su página web-, pero la información oficial sí permite hacerse una idea de que será un hotel con características diferenciadoras. No sólo por su ubicación, inmejorable desde el punto de vista turístico, sino también por su oferta.

Además del propio establecimiento hotelero, que se ubica en las tres plantas que en su día fueron la sede del banco Santander y que tendrá categoría de cuatro estrellas, el Marquis Issabel´s contará con un spa; una cafetería con cocina ecológica y orgánica, que llevará el nombre de Wild Food; y el kitchen bar La Reina, en el que primará la comida mediterránea y oriental y contará con música en directo, eventos y noches especiales. Diseñado por Ilmiodesign, la decoración "está inspirada en el tradicional gentleman británico combinada con estilos desenfadados y con mucho colorido", tal y como reza la página web de la cadena.

El Issabel´s será el tercer hotel de la cadena Marquis, que cuenta también con el Marquis Portago, en la calle San Matías, y el Marquis Urban, en la Plaza Fortuny. Cuando abra sus puertas, el establecimiento de la plaza Isabel la Católica no sólo será el más emblemático del catálogo de la cadena hotelera, sino que automáticamente se convertirá en un referente en la oferta turística granadina.

Y no será la única 'cara' nueva de la planta hotelera de la capital. De hecho, 2016 puede calificarse como el año de los hoteles emblemáticos, de los establecimientos 'estrella' que, por unas razones u otras, llevaban años esperándose. Hace menos de un mes abrió sus puertas el hotel Washington Irving, después de 17 años cerrado. La cadena Eurostars inauguró el pasado XX de junio el establecimiento, que se une a la oferta de cinco estrellas de Granada con 63 habitaciones en las que se respira literatura.

El hotel, que mira a la Alhambra y tiene múltiples elementos que recuerdan a la arquitectura y el diseño del monumento nazarí, ha sido reabierto con el objetivo ve convertirse en un hotel de referencia. Y no sólo por su ubicación, sino también por su tematización. El Washington Irving es de todo menos un hotel estandarizado. "Cada uno de nuestros hoteles tiene una esencia distinta", explican desde la cadena Eurostars, que confirman que la recepción del hotel durante los primeros días de esta nueva andadura ha sido muy calurosa. "La gente estaba esperando la apertura".

El hotel, que está lleno de espacios tranquilos y rincones, recibe a los visitantes contando su propia historia, la de la Fonda de Ortiz, construida entre 1850 y 1867, y la de su huésped más ilustre: Washington Irving. El establecimiento, lleno de citas literarias sobre la Alhambra y Granada, tiene como espacio "estrella" una biblioteca en la que los visitantes pueden contemplar primeras ediciones de las obras del escritos estadounidense, incluidos los Cuentos de la Alhambra. Los guiños literarios no se quedan ahí. Los visitantes que se alojen en alguna de sus 63 habitaciones -de las que tres son suites y junior suites-tendrán la oportunidad de escuchar una narración de las famosas leyendas vinculadas al monumento a través de un canal de televisión propio.

Tradición -la puerta original del hotel ha sido utilizada como elemento decorativo de la terraza con piscina del establecimiento- y modernidad. El Washington Irving fue el primer hotel que contó en su día con agua corriente y electricidad, y siguiendo esa línea Eurostars ha diseñado habitaciones domóticas con sistemas inteligentes de iluminación y calefacción. "Nuestros clientes buscan hoteles con personalidad. Para nosotros es importante que cada cliente sepa en qué ciudad está".

En esta línea irá también el otro gran proyecto de Eurostars -que ahora gestiona también el hotel Fontecruz de Gran Vía-. Aunque todavía se encuentra en una fase muy embrionaria, el Grupo Hotusa (matriz de Eurostars) planea la apertura de un hotel de cuatro estrellas en la Plaza de Villamena, en la manzana enmarcada por las calles San Jerónimo, Cárcel Baja y Cristo de San Agustín, frente a la Puerta del Perdón de la Catedral. El hotel, centrado en la figura de Federico García Lorca, será de cuatro estrellas y sumará 94 habitaciones en una zona emblemática que también lleva muchos años en situación de semiabandono.

La oferta hotelera granadina no deja de crecer. Por mucho que los empresarios turísticos hayan advertido en varias ocasiones de los problemas de ocupación durante la semana, la 'tentación' de abrir un establecimiento de alojamiento en una ciudad con más de 2,5 millones de visitantes al año es muy alta. Y contra eso no pueden ni las advertencias ni la creciente competencia de otros tipos de alojamientos como los apartamentos turísticos, que se han incorporado a la oferta reglada granadina y que suman ya, menos de dos meses después de la entrada en vigor del decreto de la Junta de Andalucía, con más de 750 viviendas.

La provincia cuenta con más de 50.000 plazas hoteleras, según los últimos datos del Registro de Turismo, que no han parado de crecer ni en los peores años de la crisis. Ahora, con mayor acceso a la financiación y más posibilidades económicas, es de esperar que lo haga todavía más.

Las obras del establecimientos están muy avanzadas.