Granada

Los arquitectos andaluces reavivan la polémica y apoyan en bloque el Atrio

  • El colectivo avala que el proyecto de Siza y Juan Domingo Santos es respetuoso con el monumento

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, Luis Alberto Martínez Cañas, y el presidente del Cacoa, Luis Cano.

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, Luis Alberto Martínez Cañas, y el presidente del Cacoa, Luis Cano. / álex cámara

El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Arquitectos (Cacoa) ha aprobado una declaración institucional en la que muestran el respaldo de la profesión al polémico proyecto del Atrio de Álvaro Siza y Juan Domingo Santos para reformar los accesos a la Alhambra y piden que se autoricen las obras de ejecución. De este modo, la profesión, a través del decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, Luis Alberto Martínez, y del presidente del Cacoa, Luis Cano, ha mostrado su apoyo al proyecto que ganó el concurso internacional de 2011 y que, según el fallo del jurado, era "el que más se adecua a los criterios de la convocatoria", ya que daba respuesta "a los objetivos del Plan Director de la Alhambra".

En 1989 entró en vigor el Plan Especial de la Alhambra, el cual contemplaba la necesidad de crear un espacio para recibir a los turistas, cuya cifra estaba entonces entorno a las 800.000 visitas. El incremento de viajeros durante la primera década del 2000 -pasó a obtener un total de 2,5 millones de visitas anuales, números que lo colocan en la actualidad como el monumento más visitado del país- dejó obsoletas estas instalaciones.

En el año 2007 se redactó el Plan Director de la Alhambra que, entre otras cosas, recogía el Atrio como una sala de presentación del monumento, "un espacio abierto y un hall ajardinado, que pueda servir de abrigo temporal al usuario", según se expone en el mismo.

Ante ello, el Patronato de la Alhambra redactó un plan de viabilidad que sirvió como sustento legal para que en 2010 se realizase un concurso de ideas, con carácter internacional, para materializar lo que en el Plan Director de 2007 se recogía como Atrio. Para el concurso, se constituyó un jurado que tenía representación del Ministerio de Cultura, la Junta, el Ayuntamiento de Granada, la UGR, así como arquitectos de reconocido prestigio como Carlos Ferrater o Josep María Montaner.

Una vez puesto en marcha, contó con un total de 54 ideas, muchas de ellas de arquitectos con gran trayectoria nacional e internacional, de las cuales tan solo seis propuestas consiguieron pasar la primera fase. De entre esas propuestas finalistas, el fallo del jurado fue unánime y se premió la propuesta del equipo formado por el arquitecto granadino Juan Domingo Santos y el portugués Álvaro Siza, que según recogía el veredicto daba "fiel cumplimiento a las determinaciones del Plan Director de la Alhambra", además de garantizar la "viabilidad técnica y funcional", ya que podía ejecutarse por fases.

Se trataba de un proyecto de 16.000 metros cuadrados, que incluía 6.000 metros de implantación del Atrio, una zona de 8.000 metros de aparcamiento bajo rasante en tres plantas y otros 2.000 metros cuadrados de un área cultural, donde se establecían auditorios, una zona comercial y de restauración. Además de requerir una inversión de 45 millones de euros.

Una vez dictado el fallo, el Patronato de la Alhambra encargó a los ganadores la redacción completa del proyecto, mientras que el propio Patronato, a través de su comisión técnica, se encargó de coordinar este trabajo. Una vez finalizado el documento, se obtuvo la autorización tanto del Patronato como administrativa, por parte de la Comisión de Patrimonio de Cultura de la Junta de Andalucía, para poner en marcha el proyecto.

El primer paso fue realizar varias exposiciones por distintos países, hasta que en febrero de 2015 llegó a Granada, donde se exhibió en el Palacio de Carlos V. Fue entonces donde se generó la polémica. La exposición coincidió con la campaña de elecciones municipales y según exponen desde el Cacoa, el Atrio fue usado por partidos políticos como un arma electoral, "diciendo que se va a hacer un centro comercial, confundiendo así a la opinión pública".

Esta postura propició que varios colectivos se postularan en contra de la propuesta y se cuestiona su validez. Ante ello, se solicitó a la Unesco un informe, el cual se realizó a través del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos). En este dictamen, Icomos especificó que el proyecto es "demasiado invasivo y probablemente tendrá un impacto negativo en el valor universal excepcional del bien Patrimonio Mundial". Por ello, pidió la paralización de la propuesta "para reconsiderarlo de forma completa".

El pasado 9 de febrero la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, expresó en su visita a la Alhambra que "el proyecto de Siza está olvidado y no se va a ejecutar". Asimismo, indicó que se había invitado a Icomos a visitar el monumento para analizar las mejoras requeridas para empezar a trabajar.

En este sentido, el Cacoa consideró que la Junta "va contra sus propios actos", pues en un principio avaló el proyecto. Asimismo, el colectivo indicó que el dictamen de Icomos pese a que "no es ni perceptivo, ni vinculante", también "alaba la calidad del proyecto". De este modo, consideraron que "el proyecto es compatible con el informe, y se puede hacer un reajuste que no vaya en contra de su calidad", por lo que solicitaron "que finalicen los trámites administrativos para poder desarrollarlo".

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