Este año las fiestas que están condicionadas a una celebración religiosa están cayendo muy tarde. Con la retrasada Semana Santa, de las más tardías, se han movido todas las fiestas litúrgicas que cuentan a partir del Domingo de Resurrección. Es el caso del Corpus Christi, que este año se celebra el jueves 23 de junio.

Al caer tan tarde y con la previsión del calor que ese día haga en la ciudad -comparando las experiencias de años anteriores en el que la procesión se celebra con un calor sofocante-, la iglesia ha decidido adelantar la eucaristía y la procesión del Corpus para intentar que todo el protocolo termine un poco antes y evitar las horas centrales del día.

La intención con esta decisión es que la eucaristía presidida por el arzobispo, Francisco Javier Martínez, se celebre a las nueve de la mañana en lugar de a las diez y que la procesión salga a las 11:00 de forma puntual y no pasadas las doce del mediodía como viene siendo costumbre por los retrasos también de la misa y la propia organización del cortejo.

La Federación de Cofradías, encargada de organizar a las hermandades en el interior de la Catedral, fue informada de este cambio por el consiliario Andrés González Villanueva en el último pleno de hermanos mayores.