Granada

La capital contraoferta a Hacienda con un plan de saneamiento a diez años

  • Presenta medidas para lograr un ahorro anual de 7 millones de euros

  • Pide a la oposición "recetas" para aliviar las arcas

El equipo de Gobierno espera consensuar el documento cuanto antes.

El equipo de Gobierno espera consensuar el documento cuanto antes. / g. h.

El Ayuntamiento mantiene su apuesta por la redacción de un plan de saneamiento capaz de desatascar las arcas municipales sin sufrir las tijeras del Gobierno central. Así lo explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno y concejal de Economía, Baldomero Oliver, quien presentó algunas de las recetas para mejorar el panorama económico mediante un plan de saneamiento "a la carta" para la capital dadas las circunstancias excepcionales que se dan en Granada tras 11 años de gobierno popular quebrados por la Operación Nazarí y con un gobierno socialista sin mayoría absoluta que dificulta la toma de decisiones.

Así, el PSOE desea renegociar con el Gobierno las medidas de tal forma que se mantengan los tres años de carencia a la hora de pagar las amortizaciones del plan de pago a proveedores al que se acogió la capital en 2012 prometiendo a cambio la reducción del remanente negativo de tesorería con un plan a diez años en lugar de cinco, los que proponía el Ministerio de Hacienda.

Se trata de una medida que todos los grupos municipales Partido Popular, Ciudadanos, Vamos Granada e Izquierda Unida vieron con buenos ojos o que, incluso, habían propuesto días antes al equipo de Gobierno. Lo difícil es concretar qué recetas se "venden" a Hacienda para que acepte estas condiciones.

Baldomero Oliver presentó ayer algunas de ellas que, de llevarse a cabo, provocarán un ahorro cercano a los siete millones de euros al año. La primera pasa por eliminar la partida económica que sufraga los seguros médicos privados de alrededor de 500 funcionarios así como el gasto farmacéutico derivado. Según Oliver, el hecho de que estos trabajadores pasen al Sistema General provocará un ahorro en torno a 700.000 euros, de los cuales 682.758 se corresponden con pagos en seguros y los 112.000 restantes en gasto farmacéutico.

Por otra parte, Oliver abogó por pedir "esfuerzos" a la oposición mediante la retención de los 366.000 euros al año de asignación a grupos políticos para sus gastos. "No se trata de suprimirla ya que está recogida dentro de la Ley de Bases sino de retenerla hasta que el Ayuntamiento de Granada se recupere", aclaró.

El área de contratación es otra de las que Oliver desea tocar. Según detalló, este equipo de gobierno trata, desde que cogió las riendas de la capital, de adjudicar los contratos con los máximos criterios de eficiencia sin que esto suponga un detrimento de la prestación de servicios públicos. Así lo va a hacer con el suministro eléctrico lo que supondrá un ahorro de 3 millones. Pero también con los siguientes pendientes de renovar como telefonía.

Oliver también recordó el ahorro que ha supuesto los cambios en el servicio de vigilancia superior a los 300.000 euros o la adjudicación de la gestión del pabellón Antonio Prieto que, ajustada con un canon más acorde ha sido adjudicada a una empresa que no solo paga en tiempo la cantidad sino que también asume el IBI.

Para el edil, haciendo una previsión prudente la capital puede llegar a ahorrar con estas medidas 4,8 millones de euros que se suman a los 5,3 previstos en el anterior plan de saneamiento para un periodo de cinco años.

A esta cifra hay que sumar otros 900.000 euros por la reducción de gratificaciones especiales y gastos de personal directivo además de las pretensiones del equipo de gobierno de reducir en 500.000 euros el capítulo de Personal sin "echar a nadie y sin mermas de derechos (...) simplemente gestionando eficazmente y cumpliendo con la ley", destacó.

El concejal, que vio muy buena predisposición por parte de los grupos municipales en esta última reunión destacó que el nuevo plan se trasladará al Gobierno, lo antes posible. Como muy tarde el 4 de mayo. Para ello, espera que la oposición lance también sus soluciones económicas para conseguir que la capital vea algo de luz al final del túnel.

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