Granada

La capital diseña 36 medidas para reducir la contaminación en 3 años

  • Se invertirán más de 250.433 euros en un plan a medio plazo

  • Las principales actuaciones afectarán al tráfico y las calderas, los grandes focos de contaminación que hay en la capital

El tráfico y las calderas son los principales focos de contaminación, ayudados por las condiciones meteorológicas.

El tráfico y las calderas son los principales focos de contaminación, ayudados por las condiciones meteorológicas. / fotos: maría de la cruz

La capital, como el resto de ciudadades del mundo, tiene una asignatura pendiente y un reto a conseguir en los próximos años para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y contribuir al mantenimiento del medio ambiente: reducir la contaminación del aire. Una obligación que requiere de medidas, principalmente restrictivas de actividades cotidianas contaminantes, que ahora se han recogido en el Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Granada, que incluye hasta 36 actuaciones a desarrollar en los próximos tres años para hacer de la capital una ciudad más habitable y con mejor aire para respirar. El plan, que se presentará al próximo pleno para aprobación inicial, tendrá una primera aportación económica de más de 256.000 euros.

La redacción del plan comenzó con el anterior gobierno del PP y tras pasar por periodo de elaboración e inclusión de aportaciones de diferentes colectivos -se han aportado más de 90- incluye las medidas para convertir la sostenibilidad en eje prioritario que se concrete después en cuestiones reales. El concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández Madrid, presentó ayer las medidas principales del plan destacando acciones que ya se han realizado como "actuaciones para contrarrestar la acción del ruido -que también se recogerán en un plan propio-, medidas para reducir el gasto de luz, plan de movilidad, cláusulas ambientales en las contrataciones, vehículos eléctricos en la flota municipal o ampliación de la Zona 30", e insistiendo en que las medidas son transversales con la colaboración de las diferentes concejalías. De hecho, el plan, elaborado, entre otros, en colaboración con al Agenda 21 Local, UGR y Consejo Social, incluye también toda una dispersión de acciones de diferentes concejalías que era necesario unificar.

Así, se recogen 36 medidas, 20 horizontales y 16 verticales, centradas por ejemplo en la información, la formación, la concienciación y el fomento de hábitos sostenibles, así como el control de actividades industriales, de la construcción, el transporte, la agricultura o la ganadería. El calendario de aplicación será inmediato y en un año desde su aplicación ya se tiene que ver un alto grado de implementación.

El grueso de medidas van encaminadas al tráfico, principal causante de la contaminación. Y medidas restrictivas, como sancionar a los vehículos que contaminen o reordenar el tráfico en función de la contaminación y la zona. Pero también, según dijo Fernández Madrid, se incluyen otras acciones como un inventario de arbolado o el baldeo de calles para redudir las partículas. "Medidas que se irán desarrollando pero lo principal está y es que Granada necesitaba un plan".

El Ayuntamiento también valorará dentro de este plan el impacto que tendrá la puesta en marcha del Metropolitano dentro de las medidas de impulso del transporte público, clave en la reducción de la contaminación.

También se seguirá trabajando en el análisis de las calderas y sus emisiones, a través de inspecciones que ya realizan los técnicos de Medio Ambiente para reducir su impacto.

El objetivo de este plan es llegar a los niveles que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es complicado realizar las mediciones ya que los datos oficiales salen a años pasado y se "mide todo", es decir, las emisiones de origen humano y las naturales. Las de origen humano son las que hay que controlar y reducir. No en vano, según los datos del año 2016 que facilita la Junta de Andalucía, el problema en el aire de Granada está asociado al NO2 y sólo en la estación de medición Granada Norte. El valor medio está situado en 40 microgramos por metro cúbico y Granada llegó el año pasado a 44. Esto también tiene que ver con la situación meteorológica, por lo que el cambio climático también es un factor a incluir en el análisis. Los días de anticiclón, de ausencia de lluvias y de viento, hacen que las partículas se queden en suspensión.

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