Granada

El cierre más blanco

  • Cetursa clausura la temporada con 44 kilómetros esquiables y 3.500 deportistas en una jornada gratuital La huelga de febrero y las ventiscas que han obligado a cerrar la estación, las incidencias destacadas del añol Los operarios comenzarán en breve las operaciones para el mantenimiento de todos los remontes

Sierra Nevada cerró 2017 una semana antes de lo previsto porque la tierra había ganado definitivamente la partida a la nieve en las pistas. Y 2018 cerró ayer la temporada siete días después de la previsión inicial con 66 kilómetros esquiables, todo el desnivel disponible y un manto blanco impropio para estas fechas. 163 días después de que los primeros esquiadores comenzaran a deslizarse, la estación 'apagó' los remontes tras una temporada que comenzó con la nieve 'justa', pero que ha terminado con cerca de 3.500 esquiadores aprovechando la última jornada en la que el acceso fue gratuito a excepción de los 5 euros del pago del seguro obligatorio. "Acabar así la temporada es algo anormal, si se comparan las fotos de abril de este año con las de 2017 se aprecia una diferencia brutal en cuanto a la nieve", señalan desde Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación que en pleno mayo mantuvo abiertas hasta el último momento todas las zonas para practicar esquí, aunque algunas pistas han ido cerrando en las últimas semanas por el significativo descenso en el número de usuarios.

De hecho, pese a la jornada de 'remontes abiertos', fueron 3.500 los esquiadores que apuraron hasta el último momento para esquiar, cuando en un fin de semana con estas condiciones de nieve la cifra de esquiadores sueles oscilar entre 10.000 y 15.000.

La temporada comenzó con los cañones de nieve a pleno rendimiento

María José López, consejera delegada de Cetursa, dará hoy los detalles de una temporada que comenzó a 'cámara lenta' y con los cañones de nieve funcionando a destajo para poder abrir las pistas. De hecho, a mediados de diciembre, sólo había 44 kilómetros esquiables y los operarios trabajaban en la parte alta de la Laguna de las Yeguas para la eventual apertura de esa zona en cuanto se dieran las condiciones de calidad y seguridad en sus pistas. En aquel momento había 22 kilómetros menos que los que ayer tenía la estación cuando echó el cierre hasta la próxima temporada. Llegó la Navidad, el gran momento para los negocios hosteleros de Sierra Nevada, y la primera semana se mantuvo por debajo de las previsiones por las condiciones meteorológicas.

Sin embargo, a partir de mediados de enero comenzó a nevar sin descanso y Sierra Nevada superó los 100 kilómetros de superficie esquiable, una cifra simbólica en el mundo de la nieve, y se cogió una velocidad de crucero durante todo el mes de febrero, pese a la huelga de los trabajadores de los remontes que cerró la estación el 17 de febrero y mantuvo la incertidumbre el siguiente fin de semana hasta el último momento, lo que hizo que muchos esquiadores cancelaran sus vuelos ante la incertidumbre generada. Un acuerdo de última hora desbloqueó la situación aunque el coste de esa huelga fue cifrado en torno a 1 millón de euros, además del coste en imagen que sufrió la estación. El Día de Andalucía, que suele ser un enjambre de esquiadores, la estación cerró sus puertas por el mal tiempo, el preámbulo a un calamitoso mes de marzo, que con las continuas ventiscas que obligaron a cerrar la estación acabó siendo un lastre para los datos de la temporada que hoy presentará María José López. Según informa Cetursa, Semana Santa funcionó mejor en "términos porcentuales" por las condiciones climatológicas y la calidad de la nieve, el preámbulo a un mes de abril que consiguió levantar el vuelo en una campaña de altibajos. "El lado positivo ha sido el espectacular fin de temporada, pero las ganas de esquiar no son las mismas en abril que en marzo, aunque el granadino sí aprovecha estos últimos días de la temporada porque no tienen que planificar con tanto detalle su visita a la sierra", apuntan desde Cetursa.

Sierra Nevada vuelve a ser la estación más 'remolona' a la hora de echar el candado y otras estaciones de las grandes ligas de España, como Baqueira o Formigal, hace semanas que terminaron su temporada. De hecho, este fin de semana sólo han abierto sus puertas, además de la estación granadina, la de la Sierra de Béjar y, en Portugal, la de Serra da Estrela, una pequeña estación que ni siquiera permite albergar los campeonatos nacionales del país vecino, que este año se han celebrado en Sierra Nevada.

Ahora comienzan los trabajos de mantenimiento de los remontes, porque cada uno tiene unos trabajos específicos de supervisión dependiendo de sus años en servicio. Todos se revisan anualmente, a los cinco años se cambian los tornillos, a los diez las poleas y a los 25 llega la gran revisión que obliga a poner prácticamente todo el remonte nuevo a excepción de las pilonas y las sillas, situación en la que están muchos remontes porque muchas infraestructuras se realizaron con motivo de los mundiales de esquí que se desarrollaron en Granada en los noventa.

La estación cerró en 2017 la segunda mejor temporada de la década con 1,1 millones de visitantes y más de 34 millones de facturación, a lo que contribuyó la celebración del Mundial de Snowboard. Este año se han aumentado los días esquiables y está por ver el efecto final que las continuas ventiscas y la sombra de la huelga han tenido finalmente en Sierra Nevada. Desde luego, por falta de nieve no será este año...

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