Los agentes de la Policía Local difícilmente daban crédito a lo que estaban presenciando. Aún así, lo tenían delante, estaban viéndolo con sus propios ojos. Era de madrugada y la estampa era espectacular. Calle José Luis Pérez Pujada, 03:00 horas del 3 de junio. Noche cerrada. Y seis coches -siete, si se cuenta el autor del suceso- destrozados en plena calle.

El conductor en cuestión, de 49 años y que responde a las iniciales de J.M.V., según informaron ayer fuentes de la Policía Local de Granada, había protagonizado lo que técnicamente viene a llamarse una salida de vía. O lo que, en román paladino, significa que yendo circulando por esa calle, se fue para uno de los lados. Y no de forma leve, sino que el vehículo siguió avanzando después de que su piloto perdiera el control de su Citröen color blanco.

Y, en ese devenir tortuoso, no causó daños solo a los vehículos. En uno de los coches -en concreto, un Polo- que se llevó por delante, y a pesar de la avanzada hora, una mujer estaba a bordo en el asiento del conductor. Estacionada, pero montada en el vehículo en el momento en el que el otro conductor perdió el control. La víctima tuvo que ser evacuada en una ambulancia convencional a un centro hospitalario, aunque, según las mismas fuentes consultadas ayer, sus heridas no revestían gravedad.

El balance en cuanto a marcas fue de los más variopinto. Además del Citröen propio y destrozado y el Polo que conducía la otra víctima, el accidentado se llevó por delante un Ford Focus blanco, un Peugeot Partner también blanco, un Wolkswagen Passat, en este caso negro, y un BMW color gris. Un poco de todo.

Los agentes le hicieron al accidentando la prueba de alcoholemia. Negativa. Pero, ante la lógica sospecha, le hicieron también un análisis toxicológico, que en este caso sí dio positivo para cocaína y otro compuesto más. Además y, para más inri, la patrulla pudo tener conocimiento de que, horas antes y con otro vehículo, el mismo sujeto había tenido un accidente similar en Armilla.