Ignacio pipó, gerente de la Universiada 2015

"Estoy convencido de que tendremos una pista de hielo permanente"

  • Su papel será el de fijar el trabajo ya hecho, gestionar la logística de un evento que traerá 4.000 personas y pelear por dejar un legado que perdure.

Ignacio Pipó Malgosa (Granada, 1971) asumió la pasada semana la gestión de la Universidad de Invierno 2015, el evento deportivo que traerá la provincia y a la subsede de Antequera a deportistas de medio centenar de países. Su elección ha supuesto dejar en manos del Ayuntamiento el sacar adelante un proyecto que, quizá, ha encontrado demasiadas piedras en el camino. Granada. Licenciado en Psicología por la UGR, es desde 2011 director de Organización de Eventos de Granada Eventos Globales (Gegsa).

-¿Qué queda por hacer en este año que queda antes de la Universiada?

-Estamos la recta final. Se ha hecho un gran trabajo por parte de las cuatro administraciones y en concreto por el anterior equipo, que ha cumplido con su plan director. Ahora nos queda concluir cada una de las áreas que tenemos comprometidas con la FISU [Federación Internacional de Deporte Universitario] para la celebración de la Universiada. Queda toda la parte organizativa y la puesta en realidad de los eventos en la Sierra y en Granada.

-Una de las áreas que está pendiente es la búsqueda de patrocinadores. ¿Qué expectativas hay? ¿Han empezado a moverse?

-Sí, por supuesto. Hace seis meses, aproximadamente, que se acordó y firmó por parte del Consejo Superior de Deportes la exención fiscal gracias al Gobierno de Rajoy y gracias a Dios. Desde entonces la empresa adjudicataria del concurso está trabajando. Sabemos que las empresas que pueden patrocinar este tipo de eventos en España pueden ser entre 100 y 150 y se está tocando a todas aquellas que son susceptibles de poder invertir una gran cantidad de dinero en la Universiada. En principio las cosas no van mal. Se concretará más en un par de meses o tres.

-Desde fuera da la sensación de que queda mucho por hacer y que, quizá, usted ha llegado en el último momento...

-Hay una base muy buena. Queda ir concretando aspectos ejecutivos, es decir, llevar a cabo el trabajo que se ha hecho antes. La aportación de la Diputación, del Ayuntamiento, de la Universidad y de Cetursa y la Junta es clave para terminar esto. Las cuatro administraciones están volcadas en el proyecto y lo vamos a sacar adelante bastante bien, creo.

-Menciona que hay unidad, sin embargo en Trentino, última sede de la Universiada de Invierno, no se vio a ningún representante de Cetursa...

-Bueno, estuvimos los que pudimos estar. Le puedo asegurar que la unidad de las cuatro administraciones es real.

-¿Ha tenido ya la oportunidad de reunirse con cada uno de ellos?

-Me han trasladado el apoyo absoluto para llevar a cabo la Universiada con éxito. No he tenido la oportunidad de despachar con ellos mucho más.

-Aurelio Ureña, el anterior gerente, le habrá dado algún consejo...

-Él sigue al pie del cañón con nosotros, porque estamos haciendo el trasvase de información para seguir con el camino.

-¿No ve raro que haya habido dos gerentes o consejeros delegados desde 2009...?

-Cada persona tiene sus circunstancias, deciden qué es lo mejor y no opino sobre ello.

-¿Le sorprendió que le llamaran para hacerse cargo de la Universiada?

-Desde Gegsa organizamos siete acontecimientos deportivos este año, la Copa del Mundo de baloncesto... la mayoría de los acontecimientos deportivos de la ciudad...

-¿Hubiera sido lo lógico que Gegsa o la Junta hubieran organizado desde el principio la Universiada?

-Están las cuatro administraciones tirando del acontecimiento. las personas estamos para trabajar. Organizar un evento de este tipo requiere mucho esfuerzo por parte de mucha gente.

-¿Y no cree que el distinto color político de unas y otras administraciones ha sido un problema para sacar adelante el proyecto?

-Las cuatro tienen el mismo interés, que es pelear por los ciudadanos de Granada. Durante un mes van a venir más de 4.000 personas, con la repercusión internacional que eso va a tener, y es bueno para la ciudad. Eso no puede generar dudas por parte de nadie.

-Sin embargo, en el camino se han quedado la villa olímpica, el palacio de hielo, las pistas para fondo y biathlón...

-Las expectativas que había en 2009 son distintas a la realidad que hay hoy. Nos hemos tenido que adaptar a la situación de crisis.

-Antes de asumir el cargo de gerente ¿cuál era su vínculo con la Universiada?

-Desde Gegsa nos encargamos de todo lo relacionado con las pruebas de hielo. Conocíamos de manera directa e indirecta cómo se llevaban las gestiones, aunque no con tanta profundidad como ahora, claro.

-¿Y cómo veía el proyecto entonces?

-Pues muy bien. A la Universiada hay que darle el realce que realmente tiene. Desde los medios, incluso, hay que apoyar que la Universiada va a ser el gran espectáculo de 2015.

-Quizá ese apoyo se ha visto empañado por los problemas... ¿Tiene esa sensación?

-Es lo que se quiere trasmitir.

-Es lo que ha pasado. Los medios no son responsables de lo que ha ocurrido, por ejemplo, con La Ragua...

-Desde el 5 de febrero tenemos un año de trabajo, con los condicionantes que tenemos, para llevar a cabo unas pruebas de nieve y de hielo, y eso hay que llevarlo a cabo. Lo que ocurriera antes, ahí se queda.

-Ureña siempre destacó que el objetivo de la Universiada era dejar un legado. ¿Granada va a tener una pista de hielo permanente?

-El alcalde de Granada trabaja firmemente para ello. Ese es uno de los grandes objetivos de José Torres Hurtado y estamos peleando para que sea así. Estoy convencido de que vamos a conseguirlo.

-Esa instalación permanente de hielo en el pabellón Mulhacén, ¿cómo se gestionará? ¿Será una concesión a una empresa o a través de Gegsa?

-Estamos planteando qué empresa instalará la pista de hielo y, a partir de ahí, veremos el modelo de gestión. Es un proyecto apasionante.

-La Universiada se define como la competición deportiva más importante después de unos Juegos Olímpicos, ¿ve que en Granada ha calado esa idea?

-Aquí cuesta trabajo creernos que las cosas se hacen realidad, pero acabará calando. Hay tiempo de sobra.

-¿Sí?

-Si nos ponemos a trabajar, claro.

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