Granada

El desalojo de la Indiskreta se salda con 12 detenidos y 3 agentes heridos

  • Se vivieron momentos de tensión por la "resistencia" de los jóvenes ante la actuación policial, que se efectuó por orden judicial · Después otro joven fue arrestado en la Caleta, donde miembros del 15-M se solidarizaron

Eran conscientes de que lo que estaban haciendo era ilegal pero, aún así, creían que era del todo legítimo. Once jóvenes que habían okupado el edificio situado en el número seis de la calle Elvira esquina con Joaquín Costa -donde se disponían a abrir un centro social bajo el nombre de La Indiskreta- fueron detenidos ayer a primerísima hora de la mañana, cuando iban a ser desalojados de este bloque después de que los propietarios presentaran denuncia por su ocupación ilegal.

Por este motivo fueron detenidos los diez chicos que se encontraban en el interior del piso, mientras que otro fue arrestado ya fuera del inmueble por agredir presuntamente a un agente al que le dio una patada, provocándole la rotura de un dedo, según indicó la Policía Local. No obstante, otros dos agentes también resultaron previamente heridos leves.

Pero las detenciones no acabaron aquí, ya que la Policía Nacional arrestó más tarde a otro muchacho "por resistencia a la autoridad" en la Caleta, donde una treintena de indignados procedentes de la Plaza del Carmen protestaron por el suceso en un episodio que acabó con una "leve carga" policial, según fuentes de este Cuerpo.

El portavoz de la Policía Local, Juan Manuel Fernández, explicó que el Juzgado de Instrucción 8 de la capital emitió una orden de desalojo del edificio que fue comunicada a los jóvenes la semana pasada, de forma que tenían 48 horas para abandonarlo. Al no hacerlo, se produjo una "desobediencia al juez" y una "usurpación del inmueble", por lo que a las 6:30 horas de ayer una veintena de agentes locales y efectivos del Cuerpo de Bomberos procedieron al desalojo, en el que se vivieron momentos de tensión desde el primer momento.

Y es que el acceso al edificio, que tenía la entrada principal tapiada, fue "tremendo". Los bomberos usaron una cizalla eléctrica y los agentes tuvieron que recurrir a una escala mecánica con la que llegaron hasta la ventana del tercer piso del inmueble y pudieron entrar.

"Los okupas opusieron gran resistencia al desalojo. Echaron aceite por el suelo para impedir la entrada y que nos resbaláramos, lanzaron pintura roja y dejaron la casa echa una pena. Lanzaron piedras y ladrillos a los policías y algunos de los jóvenes se atrincheraron en las habitaciones y se encadenaron", comenta.

Durante el desalojo, varios miembros del colectivo indignados que acampan en la plaza del Carmen se desplazaron hasta el lugar, próximo a Gran Vía, para protestar contra esta acción policial. Allí, según comentó Fernández, cortaron la calle y cerca de sesenta agentes de la Policía Nacional se encargaron de que el tráfico volviera a la normalidad.

Posteriormente, algunos de los jóvenes se desplazaron hasta el edifico judicial de la Caleta para mostrar su descontento y, en palabras de la Policía Nacional, allí se produjo una "leve actuación" ante la alteración del orden público que estaba ocurriendo. El incidente terminó con un joven detenido por "resistencia a la autoridad".

Según las mismas fuentes, los jóvenes habían interrumpido el tráfico en la zona a pesar de las "reiteradas" peticiones de la Policía para que se echaran a un lado a fin de que su protesta no perturbara el normal funcionamiento de la circulación. Pero los jóvenes, según la versión policial, se negaron y tuvieron que ser dispersados por los agentes, sin que se registraran heridos. Posteriormente, se trasladaron a la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada (UGR) para continuar con su protesta.

Fuentes de la Policía Nacional explicaron que de los once detenidos en la casa okupa, tres de ellos fueron puestos en libertad en la Comisaría de la Palmita, mientras que los ocho restantes más el detenido en la Caleta han pasado la noche en los calabozos a la espera de declarar ante la autoridad judicial en el día de hoy.

Los seguidores del movimiento 15-M, que permanecen acampados en la Plaza del Carmen de Granada, censuraron ayer la "violencia" con la que a su juicio se ha desarrollado el desalojo de este edificio que ha prestado apoyo logístico, material y humano para el mantenimiento de la acampada, según indicó el propio colectivo.

Según explicó el movimiento, minutos después del desalojo los compañeros del centro social se comunicaron con la acampada para pedirles ayuda urgente, ya que "el uso de la violencia era desmesurado". Así, unas 30 personas se acercaron hasta el edificio y "rápidamente se formó un grupo de 80 personas que a través de pitos, pancartas, gritos y manos arriba hacían visible el desalojo y el uso desmesurado de la fuerza mientras un presunto policía vestido de paisano, realizaba fotografías identificando a los asistentes".

Según indicaron, "algunos de los policías del dispositivo, que se acercaba a 35 antidisturbios frente a 80 manifestantes, agredieron con sus porras al menos a tres personas". Estos jóvenes, según su versión, estaban fuera, sentados en las bocacalles donde se realizaba el desalojo para impedir la salida de las furgonetas con los arrestados.

Este periódico intentó hablar con alguno de los chicos supuestamente heridos en la Plaza del Carmen, donde acudieron tras el incidente, si bien se negaron a hacer declaración alguna.

En todo caso, los indignados, que por la tarde realizaron una nueva asamblea, exigieron respeto a la integridad física y psicológica de las personas detenidas y de los manifestantes que muestran su apoyo de forma pacífica, así como la depuración de responsabilidades por la acción a su juicio "violenta de los agentes hacia los detenidos y los manifestantes que mostraban su apoyo".

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