Nueva ceremonia de la confusión en torno al Metro, lo cual no debería extrañar a estas alturas porque ha sido algo habitual en los últimos años, pero con puerta abierta a un acuerdo definitivo. Ayer, la Junta dio por cerrado un acuerdo con el Ayuntamiento de Granada a su paso por el Zaidín y especificó que tanto los vehículos como el tren ligero circularán por superficie, que no habrá soterramiento para los coches. Pero sólo minutos después, el alcalde, José Torres Hurtado, aclaró que eso no era exactamente así, que no se había llegado a ningún acuerdo definitivo y matizó que la convivencia del tráfico rodado y sobre raíles lo decidirán los técnicos. Fue, sin embargo, un importante paso en la dura confrontación que ha marcado hasta ahora los posicionamientos de las dos administraciones.

El primer anuncio lo dieron el gerente de la Agencia de Obra Pública de Andalucía, Antonio Tallón, y el delegado provincial de Fomento de la Junta, Manuel Morales. Tallón destacó que ese acuerdo, esa "decisión firme y definitiva" serviría para modificar el trazado de acceso al barrio y descartar de una vez por todas la idea de soterrar un tramo de Andrés Segovia para que los coches circularan bajo tierra. Todo el tráfico irá en superficie, recalcó, y eso, además, era lo que preferían los vecinos y comerciantes del barrio. Añadió que gracias a la aprobación de este trazado definitivo, las obras en el tramo comprendido entre Camino de Ronda y el Zaidín podrían comenzar este mismo mes, con idea de finalizarla a lo largo del año 2013. Abundó en lo mismo Manuel Morales. El responsable de Fomento detalló que las calles por las que discurrirá el Metro tendrán el mismo número de carriles para el tráfico rodado que en la actualidad y que el paso del tren ligero se regulará mediante semáforos, con prioridad frente a los vehículos privados. Se lograba, dijo, recuperar el trazado inicial, el que siempre defendió la Junta y que se modificó a petición del Ayuntamiento para contemplar la posibilidad de soterrar el tráfico rodado. El trazado propuesto por la Junta, recordó, es además más barato y acorta los plazos de ejecución en dos años.

Morales fue más allá y se refirió a la disparidad de criterios que ha habido hasta ahora entre las administraciones. "Es cierto que el alcalde, del que quiero destacar su posición dialogante, planteó que no era la solución técnica que él hubiera dado y pidió que, dentro de un modelo de Metro totalmente en superficie y sin paso soterrado, se ofrezcan alternativas para mejorar el tráfico de los vehículos privados y públicos".

Media hora más tarde, el alcalde matizó tales declaraciones pero abriendo la puerta al acuerdo. "Si Morales ha dicho eso, lamento no estar de acuerdo", dijo Torres Hurtado, que precisó que lo que se había consensuado era que técnicos del Ayuntamiento y de la Junta se reúnan la próxima semana "para discutir si hay alguna alternativa que pueda, sin atascar el Zaidín, resolver el problema". Aseguró que, si esa alternativa es el tráfico en superficie de coches y tranvía, él no se opondría. Sobre todo si además sirve para "ahorrar un dinero". También recalcó que si esa opción no es "técnicamente favorable para la movilidad del barrio del Zaidín", él seguiría sosteniendo su postura. "Son los técnicos los que tienen que ver la solución, yo no la voy a dar".

Cuando le informaron de que la Junta daba por hecho que las máquinas empezarían a trabajar en la zona en cuestión de pocos días, mostró cierta perplejidad: "Lo lamento mucho, porque eso no es de lo que hemos hablado y ellos lo saben. Lo que hemos dicho es que ingenieros de tráfico del Ayuntamiento e ingenieros de obras de la Junta se reúnan y estudien flujos de tráfico y posibles alternativas. Si no se tiene que soterrar, no se hará. Y si hay que hacerlo, se hará".