La crisis económica ha evidenciado lo injusto que es el sistema de baremación de la Junta para el acceso a las guarderías públicas o conveniadas. Dado que se da prioridad a los padres con empleo en la asignación de plazas públicas, con la escalada del paro las posibilidades de conseguir un puesto se han vuelto ínfimas para muchas familias. La paradoja es que si los niños no tienen hueco en una guardería es prácticamente imposible que sus progenitores puedan salir a buscar trabajo.

Ante esta situación, la Consejería de Educación lanzó el pasado curso una "recomendación" a los centros socioeducativos infantiles sustentados con fondos públicos que ha vuelto ha ser reiterada un año más. Lo recordó ayer la delegada provincial de Educación, Ana Gámez, como una de las últimas medidas oficiales del departamento autonómico: "hemos puesto en marcha una iniciativa para que los padres desempleados puedan dejar a sus hijos en una guardería cuando tengan una entrevista de trabajo".

Aunque no hay ninguna orden que obligue a los centros a recepcionar a todos los niños sin plaza cuyos padres precisen su acogida, la delegada asegura que "se ha recomendado" a las direcciones de todas las escuelas que "sean sensibles" a la situación social de los desempleados. Y que se deja en manos de sus responsables dar respuesta a estas necesidades cuando lo demanden.

Según informó Gámez, en la capital y en el cinturón de Granada es donde se registran los mayores problemas de cobertura de la demanda.

Durante el período de escolarización, en el mes de abril, las guarderías concertadas alertaron a Educación de la precaria situación que vivían muchas familias afectadas por la recesión económica. Conscientes de que se prioriza a las parejas empleadas, muchas familias en paro han optado por no solicitar plaza. "Dicen que ahora no pueden pagar 278 euros mensuales -explicaba la directora de una guardería de la Costa-, por eso hemos registrado un fuerte descenso en la demanda".

La mayoría de las familias se quejan del desamparo en el que se quedan cuando no pueden mantener su puesto de trabajo. Y el cuidado de los hijos menores de 3 años dificulta aún más que puedan salir a la calle en busca de empleo.

Sin normativa que regule la última medida de Educación, hipotecada a la buena voluntad de las directivas de las guarderías, será difícil ver la cobertura de la atención a los desempleados. Sin embargo, queda anunciado: los padres y madres parados de la provincia pueden llegar este curso con su hijo (menor de 3 años) y dejarlo en la guardería conveniada más cercana para ir a una entrevista de trabajo.