Granada

La crisis dispara la petición de comida y reabre el debate sobre el despilfarro

  • Los bancos de alimentos duplican las labores de recogida y distribución desde que comenzó la recesión económica · La UE alerta del derroche de comida en las grandes superficies

"Termínate el plato". Una de las consignas más repetidas a los hijos cobra hoy más sentido. Mientras algunos dejan comida en el plato, otros no tienen ni qué llevarse a la boca. Familias sin recursos cuyo único remedio es pedir para comer, pues su poder adquisitivo es tan escaso que no les llega ni para alimentarse a diario.

En tales circunstancias juegan un papel fundamental los bancos de alimentos. La crisis ha provocado que en los últimos años el trabajo de estas instituciones se duplique, debido al incremento del número de personas que se quedan sin empleo y no pueden sufragar ni sus mínimos gastos. Voluntarios que dedican su tiempo a la recogida y distribución de comida son los que hacen posible que miles de españoles puedan subsistir. En este sentido, la Federación Española de Bancos de Alimentos recibirá este año el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por la encomiable labor que realiza. "Aunque nosotros lo hacemos de forma altruista y no para obtener ningún premio, recibimos la noticia con satisfacción porque esto supone mayor confianza de los ciudadanos en el trabajo que realizamos", manifiesta Antonio López, director del Banco de Alimentos de Granada.

Un resultado del trabajo en equipo. Para que la comida llegue a su destino es necesario que muchos arrimen el hombro. En la sede granadina, unos 120 voluntarios ayudan en la recogida y reparto de la comida, gracias a la colaboración de 120 entidades que suministran a la institución. La cantidad más importante llega del propio Mercagranada, que les surte de alimentos perecederos, así como de la Cooperativa de Agricultores de la Costa o también la de Zafarraya. Además de estos mayoristas, otras empresas como Puleva o Dhul contribuyen aportando más víveres.

Pero el Banco actúa como un auténtico mayorista. Un total de 230 instituciones de toda la provincia -entre las que se encuentran 38 cáritas parroquiales y 26 servicios sociales de los ayuntamientos, entre otras organizaciones- reparten comida a unos 43.000 granadinos. Y la cifra va en aumento. Antonio López asegura que entre el 2008, año en que comenzó a acusarse la crisis, y el año pasado, la cantidad de alimentos que suministran se ha duplicado . "Desde que empezó la recesión económica cada año se incrementa el volumen de alimentos en un 25 o 30%". Así, durante el 2011 lograron recaudar tres millones de kilogramos, de los cuales distribuyeron dos millones y medio. El otro medio restante no fue aprovechable porque algunos alimentos perecederos acaban en mal estado. Junto a la comida aportada por las entidades granadinas, otros dos millones provenientes del FEGA (Fondo Europeo de Garantía Agraria) llegaron hasta los hogares de la provincia.

El debate sobre el despilfarro de comida que se produce en las grandes superficies vuelve a ponerse sobre la mesa. Aunque no se han concretado datos a nivel provincial, un reciente informe de la Comisión Europea, y por tanto aplicable a España, determina que el 42% de los alimentos que se tiran a la basura procede de los hogares, porque se compra más de lo que se necesita realmente o se cumple la fecha de caducidad antes de ser consumidos. Por otra parte, el 38% de los víveres que se pierden lo hace ya desde el inicio de su cadena industrial o productora, porque el control de la estricta normativa vigente hace que muchos no puedan destinarse al mercado. Otro 14% va a parar a la basura en los establecimientos de hostelería, mientras que el 5% restante se desaprovecha en la propia fase de distribución o venta.

De esta forma, según las estimaciones de la Comisión Europea, hasta el 50% de los alimentos que se producen terminan convertidos en residuos. El informe ha servido además para pedir al Parlamento y a los estados miembros que configuren medidas para minimizar el derroche, con el reto de reducirlo a la mitad en 2025. En este sentido, Aecoc (Asociación de Codificación Comercial en España) trabaja actualmente en un proyecto pionero que se presentará en breve.

Respecto al despilfarro de comida, el director del Banco de Alimentos de Granada, jubilado de 74 años que dedica el 80% de su vida 'laboral' a gestionar y cooperar con la organización, admite que "hay unos supermercados que ayudan más que otros, y que lógicamente son las pequeñas superficies las que menos aportan, porque les sobran menos víveres ".

Desde la patronal se insiste en que "las empresas distribuidoras llevan ya tiempo afinando los procesos de producción, tanto para no desperdiciar comida, como en beneficio de su propio negocio". Así pues, se gestiona la cadena comercial bajo el criterio de la eficiencia, cuyo resultado ha sido una mejora de las tecnologías y un posicionamiento más competitivo del mercado español a nivel europeo, ofreciendo precios por debajo de países con menos poder adquisitivo que España.

Algunas cadenas de supermercados como Covirán -empresa con de origen granadino- explican que se han perfeccionado los formatos de sus productos para evitar un mayor despilfarro, por lo que fabrican envases más reducidos para los pequeños hogares . Un portavoz de la compañía especifica que "lo que se tira es porque no está en condiciones, aunque entre varios kilos de tomates, puedes encontrar uno para comer".

Finalmente, en lo que se refiere a los alimentos que se tiran, la patronal subraya que gran parte de ellos -como la mayoría de los productos de origen animal, la carne o el pescado- han de destruirse por un gestor autorizado, según la legislación sanitaria. La Asociación Española de Distribuidores (Asedas) añade que "de la pequeñísima parte" de la comida que está en condiciones de ser consumida pero que las empresas retiran de la venta, algunas cadenas de distribución optan por entregarlas a los bancos de alimentos. No obstante, admiten que "es cierto que otras deciden destruirlas, aunque solo una ínfima porción, pero por otro lado contribuyen con entidades de auxilio a los más necesitados a través de productos sacados directamente de sus almacenes, dentro de su política de responsabilidad social".

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