Antes se levantaba a las 7 de la mañana y a las 9 ya se le había caído la agenda completa del día. Ahora tiene un mayor control de su tiempo y una perspectiva mucho más clara y distante de la política...

-¿Cómo ve al grupo socialista en la capital?

-Yo no voy a juzgar nunca a nadie que esté donde yo haya estado... Lo que sí es verdad es que el PSOE tiene un problema en la ciudad de Granada, no de hoy ni de ayer o anteayer: el PSOE pierde cada una de las elecciones que se han celebrado en Granada desde el año 86. Perdemos locales, autonómicas, generales y europeas. Y porque no hay a la comunidad de vecinos, si no también las perderíamos.

-La situación en los últimos comicios municipales fue especialmente dura...

-Es que es una tendencia que no sólo no se endereza, sino que se agudiza. En las últimas elecciones municipales, el PSOE ha recuperado voto urbano en toda España. Y aquí nos sacan 17 puntos. Es que es un desastre.

-¿Se podrían buscar causas o culpables?

-Lo que está claro es que no podemos echarle la culpa al grupo municipal... No es un problema de personas.

-¿A qué responde?

-En primer lugar, a que ésta es una ciudad muy conservadora. Yo nací en Granada, me bautizaron en las Angustias, estudié en los Escolapios... No es casualidad que en la Transición fuéramos noticia frecuente, que aquí se recurra más que en ningún sitio EpC, que nos toquen los arzobispos más cavernícolas de todo el episcopado español... En segundo lugar, se ha producido una expulsión de determinado tipo de población a la periferia. No es que el electorado de perfil centro-izquierda se haya ido a vivir fuera, pero sociológicamente coincide.

-También habrá que buscar razones dentro del PSOE...

-Para bien o para mal, el PSOE es responsable de la situación en que está Granada. Y yo creo que está más bien que mal. Sin embargo, no hemos sabido ponerlo en valor. Nos habremos equivocado. Hay un problema estructural, un problema de la imagen de Junta muy fuerte...

-¿Un buen candidato a las próximas elecciones puede ayudar?

-El candidato es el colofón, pero hay que resolver otros muchos problemas antes.