El número de granadinos ocupados en noviembre alcanzó las 342.600 personas, un 30 por ciento más que en 2002. Los datos con respecto a 2006, a su vez, cofirman esta tendencia al alza con un 18 por ciento más de población activa. Pero no es menos cierto que estas cifras aportadas ayer por el consejero de Empleo de la Junta, Antonio Fernández, nada tienen que ver con la subida del paro registrado en el último trimestre. ¿La razón de esta disparidad de cifras? Simple y llanamente que el Gobierno autonómico emplea para sus análisis la EPA (Encuesta de Población Activa).

No obvió, no obstante, el consejero el repunte del desempleo en la provincia de Granada, que achacó a la llamada realizada desde la Junta para que las personas con derecho al empleo se registren como potenciales trabajadores. De hecho, apuntó su intención de "subir el paro de forma voluntaria".

Y, según los datos de la EPA, el paro en la provincia en los últimos cuatro años ha pasado 63.000 personas en 2004 a 45.400 registrados este mismo mes. El descenso, en palabras de Fernández, en Granada ha sido muy superior en Granada, con un 27,9 por ciento, al resto de Andalucía, que alcanzó una bajada del 17,5, y el resto de España, donde el número de desempleados había descendido un 21,6 por ciento.

Pero, sobre todo, el consejero de Empleo recalcó la incorporación de la mujer al mercado laboral en esta legislatura. Así, las mujeres granadinas que trabajan se situaron en noviembre en 135.000, frente a las 104.000 que tenían un trabajo en 2004. Por lo que respecta al paro, el descenso experimentado ha sido de un 41 por ciento, según las cifras que baraja la Junta de Andalucía, con 21.900 desempleadas.