economía | 40 aniversario de la confederación granadina de empresarios

Los empresarios se movilizan para que el "milagro de Granada" no sea una utopía

  • La CGE exige poner fin al "conformismo" y a la mirada "cortoplacista" para construir el futuro

  • El ministro de Hacienda asegura que España afronta el crecimiento más "sano" de su historia

Una Granada con AVE, considerada capital de la Salud, centro cultural europeo y destino turístico universal; una provincia que atraiga el talento científico internacional gracias al acelerador IFMIF-Dones y a una de las universidades más prestigiosas del mundo; una Granada donde el cortoplacismo, el conformismo y los enfrentamientos hayan pasado a la historia. Esa es la Granada que 'sueñan' los empresarios, la Granada que quieren contar cuando dentro de otros 25, 30 o 40 años vuelvan a celebrar un aniversario como el que ayer reunió en el Cubo a todas las fuerzas políticas, económicos y sociales de la provincia.

Esa Granada no es una "utopía". El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, que ayer celebraba también su reelección al frente de la organización, dibujó un futuro para la provincia que solo será una fabulación si los granadinos -empresarios, instituciones y ciudadanos- se limitan a mirar al futuro "como meros espectadores". Cuerva, que hizo autocrítica y se preguntó cuántas cosas podrían ser distintas hoy si los empresarios se hubieran posicionado de otra forma durante los últimos 40 años, aseguró ayer que se ha acabado el tiempo de conformarse, que ha llegado el tiempo de "construir el futuro".

El acelerador, la UGR y la oferta cultural y turística, motores para el cambio de Granada

En esa encomienda, indicó el presidente de la CGE, no tienen cabida los "pequeños conformismos", ni el cortoplacismo al que están tan habituados los políticos. Cuerva, dirigiéndose a una platea en la que no faltaba ni un político y que contó con la presencia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no dudó en criticar las "críticas oportunistas", dejando claro que lo importante ya no es cuándo se pone en marcha una infraestructura (en referencia al AVE y al Metro) sino "aquellas de las que ahora ni siquiera hablamos". "Son los conformismos del pasado los que nos han desviado de nuestro objetivo, y eso es algo que no podemos permitir más", concluyó Cuerva, llamando a toda Granada a sustituir "el cortoplacismo por miradas elevadas, el conformismo por ambición, la timidez por audacia y los enfrentamientos por colaboración". De esta forma, dentro de 40 años, Andalucía, España y Europa hablarán "del milagro de Granada".

El discurso de Cuerva no fue el único impregnado de optimismo. El acto fue inaugurado por el ministro de Hacienda y Función Pública, que aseguró que la actual situación económica es la mejor base para que Granada pueda convertir en realidad la fabulación de Cuerva. "Estamos ante el crecimiento más sano y equilibrado de la historia económica de España", aseguró Cristóbal Montoro, reseñando el incremento del PIB y de la afiliación y la positiva balanza de pagos, muestra de que si España crece es "porque hay inversión de nuestras empresas".

El horizonte, según el ministro, es brillante. "Esta es la gran oportunidad que tenemos todos. Tenemos que estar a la altura para aprovechar esta gran oportunidad", esta salida de la crisis prometedora para toda España y "especialmente esperanzadora para Andalucía". El titular de Hacienda aplaudió a la "Andalucía emprendedora capaz de contribuir y de exportar", que aporta al tejido económico innovación en sectores clave como el agroalimentario, la industria del conocimiento o el turismo.

Esa Andalucía emprendedora tomó ayer la palabra en voz del presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, que aprovechó la oportunidad para pedir al ministro "osadía". "Sin inversión la empresa dejará de ser competitiva", subrayó Lara, que agradeció el "mensaje de optimismo" del ministro pero pidió "cierta dosis de atrevimiento" en las inversiones públicas. El presidente de CEA no solo se refirió al AVE, que llegará pronto, sino también a las infraestructuras relacionadas con el ciclo del agua y al acelerador de partículas, para el que pidió "un último y definitivo impulso del Gobierno" para conseguir un proyecto con el que "Andalucía y Granada pueden convertirse en centro para la innovación y la investigación científica de reconocimiento mundial". "Hablo en nombre de todos los empresarios andaluces y granadinos cuando digo que Granada necesita que se destinen todos los recursos, todos, para que el proyecto sea una realidad en 2020".

También el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, aprovechó la coyuntura para lanzar algunas reivindicaciones al ministro, desde la llegada del AVE -que hace "perder oportunidades a las empresas cada día"- hasta la inclusión de Granada en el Corredor Mediterráneo. Además, Cuenca recordó que en la ciudad "muchas cosas empiezan a cambiar" y valoró la implicación de los empresarios para que esos cambios sean una realidad. "No hay día en el que los empresarios no exijan acuerdos para seguir apostando por nuestra ciudad", indicó.

Quien también se comprometió ayer a "seguir luchando" por Granada y sus empresas fue Salvador Curiel, director corporativo de Negocio de Empresas de Bankia, que destacó que este es el momento de que la banca recupere el "lazo de unión con los ciudadanos". Curiel aseguró que en la sede territorial de Granada se seguirán tomando decisiones. "No vamos a dejar de mirar por lo nuestro".

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Antonio Garamendi, fue el encargado de cerrar el acto oficial, con un discurso en el que proclamó el "orgullo" de ser empresario, de trabajar desde la libertad, por la igualdad de oportunidades y con la "fraternidad" por delante, creando empleo y pagando impuestos. "Nuestros bienes y servicios son los que hacen avanzar la sociedad", explicó el presidente de Cepyme, que reivindicó el papel de las organizaciones empresariales en conseguir una "España moderna y unida" y en la defensa de Andalucía. Garamendi arrancó el aplauso del público cuando reclamó menor presión fiscal para los empresarios y calificó de "injustos" los impuestos de Sucesiones y Patrimonio de Andalucía, asegurando que desde Cepyme seguirán trabajando por las empresas "desde la responsabilidad, con sentido de Estado y con lealtad institucional".

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