Salud ha conseguido que todos los colectivos sanitarios estén en pie de guerra contra el plan de ajustes. Si hace dos días los médicos avisaban de su malestar y alertaban de la posible reducción de operaciones, entre otros efectos asistenciales, hoy los enfermeros alertan de cómo afectará el plan del SAS a los cuidados directos que este colectivo presta a los pacientes.

Según los cálculos del Sindicato de Enfermería Satse, si se aplican los recortes de jornada laboral a los temporales sólo en la provincia de Granada se dejarán de prestar más de 200.000 horas de cuidados porque son las horas de trabajo que se perderían reduciendo un 15% la jornada laboral a eventuales, interinos y sustitutos, que suponen el 40% de la plantilla de enfermeros, matronas y fisioterapeutas que hay en Granada. Según los datos de Satse sacados del censo del SAS, en la provincia hay 3.531 profesionales de estas especialidades, de los que 1.351 son temporales.

"La enfermería ya estaba bajo mínimos antes y si se aplican los recortes la cosa va a estar muy mal. Andalucía es ya la última comunidad por la cola (sólo superada por Murcia) en ratio de enfermeros por habitante y este plan la dejará mucho peor", explicó el secretario provincial de Satse, José Sánchez.

La cuenta es clara. Ahora, con la misma jornada para fijos y temporales (35 horas semanales), los enfermeros trabajan 1.540 horas al año, que multiplicadas por los 3.531 profesionales da un total de 5,4 millones de horas de trabajo. Con la subida de 35 a 37,5 horas semanales de trabajo, los profesionales trabajarán 1.584 horas al año, pero sólo los fijos porque los temporales (1.351) verán reducida un 15% la jornada laboral. De esa forma, trabajarán sólo 1.344 horas al año, lo que dejará un total anual de 5,2 millones de horas trabajadas en el sector, 200.000 menos que ahora. "Es decir, el trabajo correspondiente a 130 enfermeros", matiza Sánchez, quien aseguró que "como quiten a una sola enfermera en muchos centros van a tener que colgar el cartel de cerrado por los recortes".

De hecho, Satse confirma la tesis de los médicos de que tras el cierre de camas y servicios este verano "no se volverán a abrir en septiembre por falta de personal".

Aunque todos los servicios y niveles asistenciales se verán afectados por los recortes, hay especialidades que están "peor" como son las de Medicina Interna o Urgencias, "que siempre tienen déficit". "En cambio, ahora están cuidando mucho las cirugías para poder cumplir el decreto de garantías", aunque no saben cuánto durará.

Con este panorama, los enfermeros plantean realizar una huelga de celo, es decir, trabajar lo que por contrato les corresponde pero no asumir más de lo necesario, como hacían antes por 'buena voluntad'. Satse está informando por todos los centros de salud y hospitales -una campaña que se está repitiendo en toda Andalucía- sobre qué pueden hacer sin poner en peligro su trabajo o ser expedientados y sin afectar a la asistencia de la población. Una huelga que el SAS ya tiene en la mesa y que es consecuencia directa de los recortes, que les harán perder "dignidad profesional, laboral y retributiva".

Lo que plantean es trabajar de manera estricta a reglamento y quedar al margen de cualquier actividad que tenga que ver con la gestión y organización de servicios. También dejar en segundo plano las cuestiones burocráticas y administrativas ya que su actividad fundamental durante su jornada laboral será la asistencia directa al paciente. Desde Satse aclaran que no es una protesta sólo por la cuestión económica sino por cómo les va a afectar en su trabajo diario. Ya hay efectos como suprimir el permiso de saliente de guardia.