seguridad Intervención ante tragedias

Un ensayo para curar las mentes

  • El equipo de Intervención Psicológica en catástrofes organiza un simulacro de terremoto en los Paseíllos Universitarios

Un simulacro de terremoto sacudió ayer los Paseíllos Universitarios. Una actuación cargada de emociones donde cada profesional tenía un único cometido: el de comportarse del mismo modo en que lo haría en caso de catástrofe para ver los puntos fuertes y débiles de cara a mejorar futuras actuaciones en caso seísmo. El grupo de intervención psicológica en desastres, catástrofes, crisis y emergencias del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental (GIPCE) fue el encargado de organizar esta prueba a la que también asistieron miembros del servicio de extinción de incendios de Granada, de Emergencias del 112 y de Protección Civil. La idea era poner en práctica las distintas actuaciones que los psicólogos realizan una vez se produce un grave incidente.

Para darle realismo, cada persona tenía un papel en este pequeño teatro. Así, entre los más de ochenta participantes, la mayoría profesionales del equipo de intervención psicológica de Andalucía Oriental, había falsos heridos deambulando, familiares de víctimas e incluso periodistas ficticios intentando desvelar lo sucedido .

María Ángeles Castillo, miembro de este servicio, explicó que se trataba de una intervención en la que por primera vez las cuatro provincias, Granada, Jaén, Málaga y Almería, se reunían para hacer este tipo de simulacro. Con respecto a la intervención de los psicólogos, Castillo indicó que el objetivo consiste en "atajar las distintas reacciones emocionales, como ataques de ansiedad o de pánico desde el primer momento con los recursos psicológicos básicos". Asimismo, relató que todos ellos forman "un grupo con mucha disciplina y afán de coordinación", pues en este tipo de situaciones a las que se enfrentan, "el caos está garantizado y las víctimas son lo primero".

Durante la ejecución del simulacro, se estableció un "punto de encuentro", al que todos los profesionales pueden desplazarse en caso de que no funcionen los móviles donde poder sacar conclusiones y definir actuaciones; un "área de víctimas", para atender a las personas que físicamente han resultado heridas de forma leve o ilesa, pero se encuentran "psicológicamente afectadas"; y un área de familiares, para prestarles apoyo. Las mismas pautas que seguirían si ese seísmo se hubiera producido de verdad.

Hasta el simulacro también se acercaron la concejal de Protección ciudadana y Movilidad, Telesfora Ruiz; el jefe del servicio de Extinción contra Incendios, Jesús Cabrera; el coordinador del 112, Manuel Navajas; y el jefe de la agrupación de Protección Civil, Francisco Alonso. Ruiz indicó que este tipo de actuaciones son necesarias para que los psicólogos se preparen ante momentos de catástrofes en los que "se produce un miedo que muchas veces paraliza el comportamiento de las personas así como se debe actuar ante el dolor en especial, con los familiares de víctimas, que se descomponen por lo que ese apoyo es muy importante".

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