El futuro de la Universidad de Granada se mide en calidad, no en cantidad. Espoleada por unos programas de excelencia que le han llevado a la segunda posición nacional en el ranking de Shanghai, la institución académica granadina inicia un nuevo curso con más estudiantes, sí, pero sobre todo con una 'audiencia', una oferta y un profesorado en los que la calidad crece de forma exponencial. La rectora de la UGR, Pilar Aranda, explicó ayer que la innovación en la oferta académica -con dobles grados que atraen a estudiantes con muy buenas notas y que "mejoran globalmente" a la institución- y la labor investigadora, capaz de atraer al talento ejerciendo un auténtico "efecto llamada" sobre expertos de gran nivel, están configurando una Universidad que aspira a liderar y que se consolida como "centro de atención académica".

El equipo directivo de la UGR analizó ayer los retos del nuevo curso, que comienza el 13 de septiembre y que será inaugurado de forma oficial el sábado 23, estrenando el nuevo calendario académico del que desaparecen los exámenes de septiembre. La mejora del posicionamiento de la institución, ligada a las unidades de excelencia, al trabajo con institutos de investigación y a la captación de talento será una pieza fundamental de esta nueva etapa. El vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, adelantó que la Universidad sigue "cocinando" para consolidar y mejorar su posición académica y docente, y adelantó que la unidad de excelencia y los nuevos sistemas de investigación en los que prima un enfoque multidisciplinar y la colaboración, darán "muy buenos resultados" en cuatro o cinco años. En todo caso, la preocupación de la Universidad no es "adelantar" a nadie, sino "hacer bien las cosas en el tiempo".

Este curso se estrena el nuevo calendario académico, que favorece la tutela del profesorado

Una de las claves para que esa consolidación sea una realidad pasa por los recursos humanos. En ese sentido, la rectora indicó que la Universidad ha venido realizando en los últimos tiempos una "gestión intensa" para evitar los efectos negativos de la tasa de reposición impuesta por el Gobierno, "normalizando" poco a poco la salida de plazas de personal investigador docente. "Si continuamos así, en dos años habremos normalizado este proceso", subrayó Aranda, que lamentó que las políticas de austeridad hayan provocado que la UGR pierda "un profesorado excelente", que ahora está recuperando gracias a los programas de captación del talento.

La configuración de una oferta académica diferente y ligada al mercado es una de las mejores bazas de la UGR para impulsar la calidad de los docentes y el alumnado. Este curso, la Universidad mejora su catálogo con cinco dobles títulos que han tenido una "gran acogida" entre los estudiantes, tal y como explicó la vicerrectora de Docencia, María López. La institución crece así con el doble título de Nutrición y Tecnología de los Alimentos; otros tres dobles titulaciones que combinan Administración y Gestión de empresas con Informática, Edificación e Ingeniería Civil; y un doble grado de Traducción y Turismo.

Además, este curso se afianzan también otras dos titulaciones dobles que cubren sus plazas casi de inmediato: el combinado de Física y Matemáticas y el título de Educación Primaria con idiomas inglés y francés. En cuanto a los Máster, la Universidad trabaja en áreas de conocimiento que hacía falta "potenciar", con nuevos títulos en Criminología, Cirugía Bucal o Patrimonio e Historia del Arte.

"Con estos títulos atraemos a estudiantes con notas medias muy altas", explicó López, que detalló que las empresas también han mostrado de forma expresa su apoyo a estas titulaciones, que mejoran mucho la formación de los estudiantes. La rectora, por su parte, recordó que son los estudios de posgrado los que "van a ir diferenciando a la Universidad".

En el día a día, la institución afronta este curso una 'revolución' interna, marcada por un calendario en el que desaparecen los exámenes de septiembre y se adelantan a julio. Durante el último curso 2016-2017, la UGR puso en marcha un calendario "flexible", pero tras el periodo de transición la Universidad se adapta de lleno a un calendario que reina en la mayoría de las instituciones españolas y europeas. La vicerrectora de Docencia indicó que la percepción del nuevo calendario es "muy positiva" por parte de profesores y estudiantes, ya que tiene claras "ventajas para el rendimiento" y favorece la tutela del profesorado.

Tras su gran debate, la UGR quiere trasladar la discusión sobre el calendario académico a la Consejería de Educación, con la que ya está dialogando para analizar la conveniencia de adelantar la convocatoria extraordinaria de Selectividad de septiembre a julio, facilitando también la incorporación de los alumnos que continúen sus estudios en la Universidad.