Granada

Diez estaciones miden ya el cambio climático en Sierra Nevada

  • Analizan, a diferentes alturas del macizo, diversos factores que se asocian a las alteraciones ambientales

Sierra Nevada ha completado la instalación de una red de estaciones multiparamétricas que estudiarán los factores indicativos de las alteraciones asociadas al cambio global, en una iniciativa pionera que servirá para hacer un seguimiento de las transformaciones medioambientales.

En Sierra Nevada ya se han apreciado alteraciones como el hecho de que algunas especies de flora estén ya al límite de sus posibilidades de habitar en el macizo montañoso, según explicó el director conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada, Javier Sánchez.

La red se compone de diez estaciones, dos de las cuales funcionan desde hace un año y las ocho restantes desde hace unos dos meses, ubicadas en distintos ecosistemas representativos de Sierra Nevada y a diferentes alturas del macizo montañoso -la más baja a 600 metros, en la loma de los Olmos, y la de mayor altura a 3.100 metros, en las posiciones del Veleta, el segundo pico más alto del macizo montañoso, sólo superado por el Mulhacén-.

A ellas se unen otras dos estaciones de flujos de carbono que estudiarán el comportamiento de las formaciones vegetales de alta montaña en el balance neto de captación y emisión de CO2, un gas muy relacionado con el proceso de calentamiento y el efecto invernadero.

Las estaciones multiparamétricas, cuya instalación ha contado con financiación del Ministerio de Medio Ambiente, funcionan con paneles solares, excepto una que va alimentada con electricidad, detalló Ruth Aspizua, técnica contratada por la empresa pública Egmasa para este proyecto de seguimiento del cambio climático.

Disponen de un mástil central con sensores que no sólo miden los aspectos climatológicos al uso como las precipitaciones o la humedad, sino otros parámetros como radiaciones ultravioletas, deposición de partículas de polvo sahariano, temperatura del suelo o distribución de la nieve, que arrojarán indicios de las alteraciones que puedan estar produciéndose como consecuencia del cambio global.

La principal aportación de esta iniciativa, en la que Sierra Nevada es pionera, es que ofrece la posibilidad de ofrecer, de forma continua, datos climáticos en cotas altas. Antes sólo se disponía de información procedente de zonas bajas o cercanas a población.

En el proyecto también participan los parques nacionales del Teide, el archipiélago de Cabrera y los Picos de Europa.

La instalación de estas estaciones se complementa con el programa de seguimiento para el estudio del cambio global en Sierra Nevada -cuyas características la convierten en un observatorio natural de este fenómeno-, que acomete la Consejería de Medio Ambiente junto a la de Innovación, el Centro Andaluz de Medio Ambiente, la Universidad de Granada y la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, entre otros.

Este programa pretende evaluar a medio y largo plazo los efectos del cambio global desde un punto de vista ambiental y socioeconómico para reducir sus efectos con la aplicación de medidas enmarcadas en una nueva "gestión adaptativa", que consiste en que la toma decisiones de la administración sea fruto del trabajo conjunto entre científicos y gestores, explicó Sánchez.

El estudio se engloba en un proyecto más amplio de ámbito internacional auspiciado en 2003 por la Unesco y en el que participan 28 reservas de la biosfera. Sierra Nevada es la única española que figura en este programa.

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