Granada

El estancamiento de la economía "enquistará" el desempleo en Granada

  • El último Boletín de Coyuntura Económica asegura que "no habrá cambios sustanciales" en 2011 en la economía granadina y que habrá que esperar todavía para que la recuperación reduzca el paro

La crisis económica tocará fondo en 2011, pero este hecho no traerá consigo el fin de la escalada del desempleo ni la recuperación automática de la mayoría de los sectores productivos granadinos. El último Boletín de Coyuntura Económica editado por la Caja Rural de Granada reconoce que "no parece que en 2010 se haya finalmente tocado fondo, pero sí que se podría llegar a esa situación en 2011", pero asegura que "para poder hablar de una recuperación sostenida que reduzca sensiblemente el desempleo es muy probable que se deba aguardar algo más".

¿Cuánto? Difícil saberlo, en palabras del catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada y autor del informe Miguel González. Lo que sí se puede aventurar, sin poner plazos de por medio y presumir de propiedades adivinatorias poco probables, es que "ahora la situación se puede catalogar de economía en estancamiento y con inflación", como consecuencia del comportamiento del PIB que está experimentado la provincia (en 2010 la tasa de crecimiento fue del -0,9% y en 2011 probablemente se quedará en un 1%, según Analistas Económicos de Andalucía). Y mientras la economía esté estancada, "el desempleo se va a enquistar y tardará mucho tiempo en recuperarse".

Además, el hecho de que esa quietud económica se produzca en un escenario de inflación, de subida de precios, llevará consigo el empobrecimiento de la población, que puede poner aún más piedras en el camino de la recuperación al perpetuar la contracción de la demanda interna.

González recordó que la situación de Granada se topa con tres contextos económicos desfavorables (el internacional, el nacional y el regional) y con unas peculiaridades que la hacen más débil a la crisis: la excesiva dependencia de sectores como la construcción y el turismo y el comercio, dependientes del consumo externo e interno; y las consecuencias del ajuste salarial del sector público, que se está dejando notar con fuerza en la economía granadina.

En esta situación, el informe de Caja Rural de Granada concluye que "no hay señales, salvo quizás por lo que se refiere al sector turístico, que indiquen un cambio sustancial durante 2011". Utilizando un símil médico, el catedrático de la UGR señaló que "la economía lleva un tiempo en la UCI y seguramente ahí seguirá durante un tiempo, lo que no quita que haya gestos débiles de recuperación". El caso es que, aun cuando salga del agujero, la economía "pasará a planta durante un tiempo y, cuando termine, tendrá que recuperarse en su domicilio", explicó Miguel González. Así que queda crisis para rato, sobre todo mientras la economía provincial "no cambie de hábitos" para evitar cometer los mismos errores que la llevaron a la crisis. "O cambian los hábitos o el futuro no será mejor que el presente. Y cuanto antes se haga mejor, sabiendo que es costoso y que lleva tiempo".

De hecho, el autor del Boletín de Coyuntura Económica hizo referencia a los datos del desempleo publicados el jueves admitiendo que, si bien es una buena noticia que salgan granadinos de las listas del desempleo, también se puede hacer una lectura menos positiva del hecho de que haya sido la construcción el sector que tire del mercado de trabajo.

De ahí que el catedrático de Economía Aplicada instara a las administraciones a adoptar un programa general de política económica en lugar de improvisar reformas que prometían resultados espectaculares y que se han revelado poco útiles. "España lo que necesita es un programa de política económica acordado entre las fuerzas políticas y sociales", aseguró González, que precisó que la cuestión "está en reformar bien" y en aplicar cambios cuyos costes se distribuyan entre los distintos miembros del sistema.

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