Granada

La excavación lorquiana refrenda las tesis de Gallego Burín sobre el traslado del cadáver

  • Los responsables de la última búsqueda presentan el informe de la intervención en Alfacar, donde afirman que el poeta fue fusilado en el Peñón del Colorado y que su cadáver fue llevado a otro lugar.

Búsqueda de García Lorca en Alfacar.

Búsqueda de García Lorca en Alfacar. / Álex Cámara

"Lorca estuvo enterrado allí". Es la convicción de Miguel Caballero y Javier Navarro, responsables de las excavaciones que se desarrollaron en el Peñón del Colorado entre septiembre y octubre del año pasado y que ayer presentaron en Madrid el informe de la intervención. Y aunque recalcan que no existen pruebas concluyentes, defienden que el poeta fue asesinado en ese emplazamiento, enterrado allí mismo, desenterrado no mucho después de ser asesinado y trasladado junto a sus compañeros de infortunio a otra ubicación desconocida.

Así que la búsqueda del poeta vuelve al terreno de las hipótesis y a otra fosa, en este caso la de Víznar, que se abrió semanas después del asesinato de Lorca y de Dióscoro Galindo, Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. Los investigadores han vuelto a las fuentes documentales para recuperar a Marta Osorio, que publicó que Antonio Gallego Burín, alcalde de Granada entre 1938 y 1940, desveló al investigador Agustín Penón que el cadáver de Lorca fue trasladado desde su enterramiento primero hasta una de las fosas grandes, para evitar que nadie pudiera encontrarlo dado el impacto que había ocasionado su asesinato. "Esta exhumación tendría que haberse realizado en un periodo de tiempo anterior a que los cuerpos llegaran a un estado de esqueletización, ya que en ese caso contrario se hubieran encontrado elementos fácilmente detectables en situaciones similares, como botones, hebillas...", señala Javier Navarro.

La fosa de Víznar podría ser el lugar al que trasladaron al poeta y a sus compañeros

Este planteamiento descarta que la familia del poeta exhumara al poeta a los pocos días del asesinato, ya que en este caso se hubiesen encontrado los restos de sus compañeros de infortunio. Además, la hipótesis de que los restos de Lorca se encuentran en el Valle de los Caídos sólo se sostendría ahora si los restos del poeta hubiesen sido desenterrados por segunda vez para ser trasladados de Víznar a San Lorenzo del Escorial, ya que el régimen de Franco no puso en práctica esta política hasta finales de los años cincuenta.

El equipo de expertos abandonó Alfacar el 20 de octubre sin encontrar los restos del poeta y con multitud de interrogantes a despejar. Las piezas del rompecabezas sobre el lugar en el que fue ejecutado comenzaron a encajar con la investigación de Eduardo Molina Fajardo y el testimonio del general Nestares, que visitó la zona años después del fusilamiento y que trasladó directamente a los investigadores que en uno de los pozos abiertos para la captación de agua fue donde los cuerpos de los fusilados fueron enterrados. En el informe se detalla que se ha encontrado uno de los pozos, pero que no se ha podido delimitar bien por las alteraciones que ha sufrido este terreno en los últimos setenta años, como la construcción de un campo de fútbol, a lo que se opuso vehementemente Isabel García Lorca, hermana del poeta, que envió una carta al alcalde de Alfacar pidiendo que se paralizaran las obras porque su hermano estaba enterrado allí.

Los investigadores dan por localizado el escenario de la ejecución de Lorca y sus compañeros por el hallazgo y el profundo análisis balístico de un casquillo y una punta de proyectil, sin relación entre sí, pero que "probablemente" se usaron en la ejecución. En su informe, Javier Navarro va más allá y subraya que el proyectil Máuser presenta una deformación propia de una bala que ha perdido su fuerza al atravesar un cuerpo humano y que ha impactado posteriormente en un suelo arcilloso. "El espacio existente entre el punto donde se localizó la vaina (lugar desde donde se efectuaron los disparos) y donde se recogió el fragmento del proyectil , nos estaría delimitando el escenario de la ejecución", señala Javier Navarro, que apunta a que los restos de la bala pueden ser debidos a un " tiro de gracia".

Con estos nuevos datos, Caballero avanza que ordenará y analizará toda la información obtenida hasta ahora, pero señala que el Ministerio del Interior debe tener informes "certeros y detallados" sobre el asesinato y el posterior traslado de los cuerpos y que nunca han salido a la luz.

En este punto resalta que sería vital conseguir el informe sobre la muerte de Lorca que elaboró el policía José Mingorance por encargo de Franco. "En el traslado del cuerpo habrían pesado más los motivos políticos ante la previsible llegada de investigadores internacionales, como ocurrió después", apunta el investigador. Navarro, por su parte, señala que su percepción personal es que Queipo del Llano no tuvo nada que ver en la muerte, "pero sí en el traslado del cuerpo".

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