Formar un grupo unido con el mejor resultado individual. Esta es la filosofía del Aula MIR que prepara a los futuros médicos del mañana. Desde principios de julio y hasta que llegue el temido febrero, unos 200 alumnos se preparan para el que será uno de los exámenes más importantes de su carrera.

Fernando de Teresa, director y profesor de la sede del Aula MIR en Granada, subraya que uno de los principales objetivos de la academia es constituir un grupo "no tan competitivo como el de la facultad". El director explica que esta forma de trabajo se traducirá "en un mejor trato con el paciente, porque el médico aprende a ser más generoso". Así pues, fomentan actividades que hacen de esta escuela una gran familia.

"Aquí no te sientes como un número más", recalca Alberto Diéguez, estudiante del Aula. Alberto deja patente que desde el primer día a cada uno se le saluda por su nombre. "Te conocen, y entre tanto estrés del estudio, eso se agradece".

Así, las clases son semanales aunque los chicos solo descansan del estudio los sábados. Pero incluso entonces, durante las horas de asueto, se juntan para compartir actividades de ocio. En este sentido, ya han practicado barranquismo, padel y celebrado algunas fiestas. "Esto hace que grupos que no tienen apenas contacto, se relacionen también", añade Fernando.

Así los días transcurren entre clases de trauma, derma o gine, como ellos las llaman, cuya docencia corre a cargo de unos 30 residentes y adjuntos de hospitales de la capital. Este año el examen incorpora un cambio muy importante, ya que la convocatoria 2013 exige una nota de corte en todas las titulaciones, mientras que anteriormente solo se requería que la puntuación fuera positiva. Por tanto, a partir de ahora para ser adjudicatario de una plaza, habrá de obtenerse en el ejercicio de contestaciones múltiples una nota igual o superior al 30% de la media aritmética obtenida por las diez mejores pruebas.

De esta forma, las cosas cada vez se ponen más complicadas. El alto nivel de exigencia unido a la recesión económica, provocan que cada vez sea más difícil obtener el puesto deseado. Precisamente para la próxima convocatoria se ha reducido en un 5% el número de plazas ofertadas. En concreto, se ofertarán 318 menos que el año pasado.

Respecto a Andalucía, la Junta ha anunciado que acogerá a 1.244 nuevos especialistas internos residentes, de los que 997 serán médicos. Así, se ha reducido en 43 el número de plazas. De esta manera, se supera en la comunidad autónoma el recorte nacional, con un descenso del 13,5%. En cuanto a las especialidades, Andalucía es el lugar donde más puestos en medicina familiar y comunitaria se ofertan, con 321.

Pero también hay vida después de la residencia. Sin embargo, los incesantes cambios que vienen sufriendo las condiciones laborales de los médicos, fruto de la crisis, provoca un miedo especial en los estudiantes del Aula. A las propias oficinas del SAE llegan cada día mayor número de médicos que acaban de terminar los años de residencia. Mientras que antes lo más común era que fuesen contratados en los centros sanitarios donde habían desarrollado el MIR, con la recesión económica la situación es bien distinga. Fernando de Teresa reconoce que "ahora los contratos son pocos y además de menos horas".

El director conoce la profesión desde dentro, pues dejó la residencia de cardiología allá por el 93. Desde 1991 comenzó a dar clases de preparación al examen del MIR y constató que lo suyo era la docencia. Fernando subraya la importancia de que los profesores tengan fresca su propia prueba de residentes, ya que "son ellos los que realmente conocen la metodología de estudio y cómo será el ejercicio". Respecto a la modificación introducida en la convocatoria, admite que "revertirá en una mejor formación de los facultativos porque antes había gente que obtenía plaza y no estaba lo suficientemente preparado".

El test tendrá lugar el próximo 2 de febrero, y para su preparación los estudiantes tienen dos periodos de repaso intensivo. Una primera vuelta de julio a octubre, y una segunda de noviembre a diciembre, que dará paso a un comienzo de año cargado de nervios y tensión a partes iguales.