Hubo un tiempo en que el verbo "recordar" en Granada se conjugaba con dificultad. Cada año, decenas de personas acudían a la tapia del cementerio para rendir homenaje a las víctimas del franquismo. Allí leían poemas, relataban la historia de sus familiares asesinados y colocaban una placa que era retirada a los pocos días por operarios de Emucesa. Esto, que suena lejano, ocurrió desgraciadamente hasta el año 2012 cuando la Junta de Andalucía decidió proteger este espacio como Lugar de Memoria Histórica. Ayer, cinco años después, se dio un paso más allá. La citada tapia luce un memorial con los nombres y apellidos de las más de 3.600 personas víctimas de la represión franquista que fueron fusiladas en este lugar, así como las referencias de otras 600 represaliadas sin identificar. Un monumento permanente, obra de la arquitecta Carmen Moreno donde poder llorar a quienes fueron arrebatados.

La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Junta de Andalucía inauguró ayer con la asistencia, entre otros, del vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática, Manuel Jiménez Barrios este memorial tan reivindicado. También estuvieron presentes en representación de las familias de las víctimas Belén Peinado, nieta de del capitán de Infantería Antonio Fenoll Castell, que fue fusilado en agosto de 1936 por los sublevados, y Reyes Muñoz Cobo, nieta del abogado también fusilado José García Quesada.

Según la asociación memorialista que ha impulsado el proyecto con la Junta de Andalucía, la instalación del memorial permite a Granada dar un "salto cualitativo" en materia de memoria histórica y dignificar a las víctimas de este espacio protegido como Lugar de Memoria.

Este año se cumple el 81 aniversario de la sublevación contra el gobierno de la República, que dio pie a la Guerra Civil y que desembocó en un proceso represivo que se extendió durante cuatro décadas de dictadura franquista. Este proceso se notó con especial virulencia en ciudades como Granada, ante cuyas tapias del cementerio fueron fusilados desde los primeros días de la sublevación hasta algunos años más del periodo de represión franquista más de 4.000 granadinos.

La Junta de Andalucía explica que este memorial "ha sido realizado contando con los pertinentes permisos que requiere el espacio protegido donde se ubica", declarado Lugar de Memoria.