A pesar de que la mayoría desconoce el diagnóstico preliminar del informe de seguimiento del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático -que, de hecho, provocó más de una situación de desconcierto entre los responsables municipales- prácticamente todos los municipios que, según el informe, se verán afectados por el cambio climático, ya han tomado sus propias iniciativas para luchar, de forma más o menos modesta, contra este fenómeno.

El alcalde de Castell de Ferro, Miguel Díaz Juárez, explicó que a través de la Diputación Provincial de Granada está participando en todas las iniciativas dirigidas a mitigar, en la medida de lo posible, la llegada o los efectos del cambio de las condiciones climáticas y meteorológicas. Y es que, aunque Díaz Juárez se sorprendió por la inclusión en el diagnóstico de la playa de la Rijana -que él considera "casi un espacio virgen"-, la sensibilización ante los efectos del cambio climático es un hecho en el municipio.

Como también lo es en el caso del Ayuntamiento de Salobreña. El técnico del área de Medio Ambiente Daniel Chávez Romero aseguró que Salobreña es uno de los municipios más activos en cuanto a políticas medioambientales. Sus iniciativas van desde la apuesta por la eficiencia energética y la gestión responsable de los residuos hasta la peatonalización del centro histórico en aras de una mayor movilidad.

Pero, sobre todo, el técnico de Medio Ambiente hizo hincapié en que la concienciación sobre el cambio climático ya está influyendo de forma significativa en la planificación urbanística del municipio. "La Dirección General de Costas establece que ya no se puede construir ninguna edificación a menos de cien metros de la playa, pero nosotros en Salobreña, por sensatez, vamos a sumar 200 metros más a esa distancia mínima", aseguró el técnico.