Después del multitudinario acto con el que se celebró ayer la beatificación de Fray Leopoldo, no hay nadie que pueda decir que Granada no está preparada para la organización de grandes eventos. Pese a las más de 120.000 personas que acudieron ayer a la base aérea de Armilla, la jornada se desarrolló con total normalidad y sin incidencias graves gracias a una organización modélica. El comisario de la beatificación, Mateo Torres, aseguró ayer sin ninguna sombra de duda que la buena marcha con la que transcurrió el acto no hubiera sido posible sin la coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de los efectivos sanitarios, de Protección Civil, del personal de la base aérea de Armilla y de los miles de voluntarios, "que han sido los verdaderos héroes de este día".

De hecho, Torres apuntó que lo mejor de la beatificación fue "el entusiasmo de la gente". "Hemos recibido multitud de felicitaciones por lo bien que se ha desarrollado el acto, pero lo más reconfortante ha sido el aplauso de los devotos de Fray Leopoldo, que han llegado incluso a llorar en algunos momentos", resaltó el comisario. Además, Torres destacó como especialmente "motivador" el trabajo de los más de 2.000 voluntarios, "que se han empleado lo mejor que han podido y con alegría y entusiasmo".

A la organización desde luego no le faltaron motivos para sentirse plenamente orgullosa de cómo se desarrolló finalmente la jornada. El propio prefecto para la Congregación de la Causa de los Santos, Angelo Amato, destacó al comisario de la beatificación tras celebrarse la eucaristía "el perfecto orden y la belleza" del acto con el que Fray Leopoldo de Alpandeire se convirtió en beato.

Pese a que no hubo que lamentar ninguna incidencia grave, el dispositivo de emergencias, que finalizó a las 15:00 horas, realizó durante la jornada un total de 86 asistencias sanitarias, la mayoría como consecuencia del calor y de la afluencia de público. Aunque fueron necesarios algunos traslados hospitalarios, nada importante.

Un total de 2.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Protección Civil, Bomberos, Policía Local, Servicios Sanitarios, Cruz Roja, Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) y Emergencias 112 se desplegaron ayer para conseguir, con éxito, que el acto se desarrollara con completa normalidad. Todo con la colaboración y la 'entrega' del personal de la base aérea, que abrió "su casa" a la beatificación y que no puso más que facilidades para todo.

La delegada del Gobierno andaluz en Granada, María José Sánchez, destacó la coordinación de los operativos y el esfuerzo dedicado a la planificación del evento. "El trabajo preventivo ha hecho posible que todo el dispositivo se haya desarrollado con la máxima normalidad", dijo Sánchez, que acudió a la ceremonia con el director general de Política Interior de la Junta, José Antonio Saavedra, quien subrayó el esfuerzo de todos los integrantes del dispositivo.