En este sentido, 700 personas sin hogar fueron atendidas este año en la Fundación Casas Diocesanas de Acogida; en materia de drogodependencia, atendieron un total de 124 personas; los centros sociosanitarios Santa Isabel y Oasis prestaron servicio a 154 mayores y discapacitados; en servicios de ayuda a domicilio y catering social, recibieron atención 563 personas.

Además, 268 mujeres se beneficiaron del programa 'Caminando Juntas'; 70 personas recibieron atención del servicio jurídico de la entidad; y se formaron 60 personas gracias al Proyecto Mirlo.

Según indicó el director de Cáritas, Javier Benavides, la entidad "quiere dar un paso más para apoyar a las personas y formarlas, además de prestar la labor asistencial que necesiten". En este sentido, destaca uno de los objetivos de la entidad en cuanto a su programa de formación: ofrecer a las personas información, orientación y formación laboral para que puedan lograr la integración social a través del empleo.

A través de este programa, un total de 1.321 personas plantearon sus necesidades y participaron en diversas actividades. De ellas, 245 asistieron a talleres prelaborales; 190 recibieron formación en puestos con gran demanda de empresas colaboradoras; y 55 personas participaron en los Talleres de inclusión, recibiendo formación en especialidades de reciclado textil, encuadernación artesanal, serigrafía e impresión digital. Precisamente gracias a los servicios del Programa de Empleo, un total de 360 personas en riesgos de exclusión pudieron encontrar trabajo.

Estos cursos se imparten gracias a la labor realizada por voluntarios, un aspecto en el que la entidad no ha parado de crecer y que se presenta como imprescindible para seguir prestando este tipo de ayuda. Mientras que en 2010, Cáritas Granada contaba solo con 1.171 voluntarios, el pasado 2016 la entidad alcanzó la cifra de 1.854, una dedicación que Benavides también quiso agradecer.

Asimismo, el director de Cáritas hizo un llamamiento a la sociedad "y en especial a las administraciones públicas para trabajar juntos en la erradicación de la pobreza". En este sentido, Benavides destacó que "es el momento de apostar por un modelo de sociedad diferente, que ponga a las personas y su dignidad en el centro y prime el bien común".

Por su parte, el delegado episcopal de Cáritas, Alfonso Marín, también enfatizó en la labor de los voluntarios que quiso "agradecer su generosidad, su creatividad, su compromiso y cercanía con los necesitados".