La Junta y el Gobierno se vieron ayer las caras para abordar el conflicto originado por el baipás ferroviario del AVE barato a Sevilla a la altura la localidad cordobesa de Almodóvar del Río. Lo hicieron dos días después de que la Administración central licitase la redacción de una versión del proyecto cuestionada por Andalucía. De un lado, el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño; de otro, el consejero de Fomento, Felipe López. A la conclusión del encuentro, las mismas diferencias que ya mantenían.

Tras el encuentro, el Gobierno defendió que Niño aprovechó el cara a cara para exponer las razones que le llevan a elegir la alternativa menos costosa desde el punto de vista económico, que no cuenta ni con doble vía ni con saltos de carnero. En su reacción a la reunión, la Junta abundaba en la necesidad de que la intervención en esta conexión ferroviaria debe ser más "ambiciosa".

El Ministerio de Fomento subrayó que la solución elegida ofrece las máximas garantías de capacidad para los trenes que darán servicio a la demanda futura siendo además compatible con una futura ampliación si las necesidades de los tráficos así lo requirieran. Niño recordó que para poder lograr una reducción de tiempos muy por encima de lo ahora previsto, de unos 20 minutos (35 si hay trenes sin paradas intermedias entre ambas ciudades), sería exigible "abordar un planteamiento totalmente diferente al original, con un desarrollo y con afecciones de una envergadura muy superior".

Las razones no parece que convencieran al consejero andaluz. López le expuso a Niño la "necesidad" de replantear la solución al considerar que "quedará obsoleto en cinco años y no incluye infraestructuras que han valido para otras partes de España".