El Puente de la Constitución suele ser el broche de oro del año turístico, el fin de fiesta para el sector antes de la llegada de la Navidad. Pero este 2016 el puente ha 'pinchado'. Y no por el tiempo -que tampoco acompaña, cierto-, sino por el calendario. El hecho de que los dos días festivos caigan en martes y jueves puede parecer muy atractivo para quienes tengan días de libre disposición para regalar, pero lo cierto es que para la mayoría de los trabajadores es imposible cuadrar las fechas para disfrutar de un 'acueducto' de nueve días. Y más difícil lo pone todavía el calendario lectivo, que no libra a los pequeños de ir al colegio ni el lunes, ni el miércoles, ni el viernes.

Con estas premisas, no es de extrañar que los datos de ocupación hotelera disten mucho de los que se registraron en estas mismas fechas del año pasado. Que la capital, acostumbrada a colgar el cartel de lleno en un puente con tanto tirón como este, apenas registre un 70% de ocupación entre el 3 y el 10 de diciembre no es lo habitual. Tampoco que la media provincial se limite al 57,8%. Pero claro, las previsiones realizadas por la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo no hacen otra cosa que demostrar que este Puente de la Constitución es un 'no puente'.

En estos momentos, de hecho la ocupación "está por debajo de la de un fin de semana normal", y arroja una caída de entre 8 y 10 puntos respecto al año pasado. "Cuando hay demasiados días no hay ni tiempo ni dinero para viajar", apuntan desde la Federación, añadiendo que los puentes reales, aquellos que suman un día al fin del semana por delante o por detrás, "son mejores" que los festivos que se dispersan a lo largo de la semana.

Los trabajadores que han 'construido' su propio puente, de hecho, se han decantado por la segunda mitad de la semana, a partir del día de la Inmaculada, aprovechando así el jueves, el viernes, el sábado y el domingo. El presidente de la Federación de Hostelería, Trinitario Betoret, confirmó que la afluencia de viajeros tendrá "más incidencia en la ocupación a final de la semana", cuando se registrará un movimiento más normal para un puente. Además, confió en que las reservas de última hora tan propias de estos tiempos sirvan para elevar finalmente los datos de ocupación, remontando varios puntos las previsiones iniciales. A esto ayudará el hecho de que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el tiempo será mucho más clemente en la segunda mitad de la semana, tras las lluvias previstas para sábado, domingo y lunes.

Pero, de momento, los datos no son para tirar cohetes. La capital se sitúa en un 70% de ocupación media, aunque los datos son muy desiguales en función del establecimiento y los hoteles del centro pueden ver crecer los datos en los próximos días. Estos datos son muy similares a los de la Costa Tropical, cuyos hoteles también rozarán el 70% gracias en buena medida al plan del Imserso, que sirve para "mantener el empleo y los establecimientos en mejores condiciones".

En el resto de las zonas turísticas, destaca sobre todo Sierra Nevada, donde ya hay reservas confirmadas para el 60% de las plazas; y la Alpujarra, que gracias al tirón del turismo rural en esta época del año alcanza una ocupación del 65%.

La ocupación baja sensiblemente en el resto de la provincia. En la zona de Baza, Huéscar y el Altiplano, la ocupación se limitará al 50%, mientras que en el Poniente y en Guadix y el Marquesado las reservas no llenan ni siquiera el 45% de las plazas. "El resto de las comarcas tienen ocupaciones parecidas a las de un fin de semana", apuntan desde la Federación, recordando que en algunos casos como el del Altiplano el Puente de la Constitución se ha convertido en el "peor" de todo el año.

Mejores perspectivas tienen los establecimientos de hostelería, que se beneficiarán del clima navideño -la iluminación se pone en marcha hoy mismo- y de los días festivos que invitan a la gente a salir a la calle. "Esperamos que se cumplan las previsiones y el puente afecte de forma muy positiva a toda la hostelería de Granada y provincia".