Granada

El recorte de los cheques-libro pone en riesgo la supervivencia de las librerías

  • Los comercios prevén una caída de ventas del 30% en la capital y un 45% en los pueblos, que supondrá una pérdida de 4 millones de euros por la falta de reposición para los alumnos de 1º y 3º de Secundaria

Los libreros de la provincia ven como una "barbaridad" la decisión de la Junta de Andalucía de retirar el cheque-libro a los alumnos de primero y tercero de la ESO, por lo que la mayoría de los padres y madres de estos alumnos no acudirán a las papelerías y librerías en busca de los materiales y libros que sus hijos necesitan para el curso 2010-1011, que comienza el próximo día 10 de septiembre. Según los datos aportados por la Asociación Nacional de Editores de Libros y material Educativo, las pérdidas para la provincia rondarían los 4 millones de euros de los 24 previstos en Andalucía. Estas cifras hacen que, José María Gómez, vicepresidente de la Asociación de Librerías y Papelerías de Granada, prevea que las pérdidas para estos establecimientos "serán del 30% y entre el 40% y 45% en los pueblos de la provincia, que es la muerte para esa librería". Estos datos son "muy graves", ya que, en las pequeñas localidades, este tipo de establecimientos "prestan un gran servicio al pueblo", según explicó Gómez.

Las librerías de Granada capital se encontrarían en menor peligro ya que se dedican a los libros de fondo de biblioteca, es decir, a los libros de lectura para adultos. Pero este índice de supervivencia se ve mucho más reducido en los negocios de las localidades más pequeñas, que se dedican sólo a las lecturas recomendadas en colegios e institutos, por lo que los escolares se tendrán que desplazar "cuando cierren estas librerías no sabemos donde van a poder comprar los niños estos libros".

El triángulo de trabajo formado por editorial-distribuidor-librería se ve tremendamente afectado por esta medida de austeridad de la Junta de Andalucía. Para ganar hay que invertir. Estos sectores piden avales bancarios para hacer frente a los gastos que luego serán repuestos por la compra de libros, pero "este año sirve de bien poco". Las librerías no son las únicas que se quedan con los libros en los estantes, las editoriales preveían unas ventas que no se producirán e imprimieron libros que no se usarán este año.

La Consejería de Educación hizo público el pasado 2 de junio que se iba a "mantener el calendario establecido desde el inicio de este programa de préstamo de libros", por lo que, en cierto modo, papelerías y libreros podrían no haber realizado las reservas que normalmente hacen al determinar las previsiones del próximo curso. La principal consecuencia de la rotura de este pacto es que dentro de dos años Educación tendrá que hacerse cargo de los seis cursos previstos, un coste que es "una barbaridad tanto para la Junta como para las librerías", explicó Gómez. Las librerías pretenden hablar con la Conserjería para que se mantenga un equilibrio, "hay que tratar de hacer todos los cursos iguales".

Algunos establecimientos dedicados a este sector ya no pueden hacer frente a los gastos de seguridad social e impuestos previstos durante el año, "no podemos estar 'este curso cierro y este no porque me sale más rentable' porque no es lógico", se quejó el vicepresidente de la asociación librera.

El empleo también se ha visto afectado por este recorte. Gómez afirmó que normalmente contrata a una persona para que le ayude en estas fechas, pero ahora mismo "se sobra y se basta" para hacer el trabajo. Las empresas de transporte contratan a personal eventual para distribuir los libros en el mes de septiembre, que requieren formación, "y ahora se las van a tener que comer porque no hacen realmente falta".

Desde las editoriales hasta las librerías, sin olvidar a las distribuidoras, sufrirán estas pérdidas. Algunos establecimientos se verán obligados a echar el cierre, y es que, como afirmó Gómez, "¿Quién va a comprar un libro? Hay que abrirlo y leerlo, ¡Qué trabajo tan grande!".

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