ELECCIONES AL RECTORADO DE LA UGR

El "régimen" se apodera del debate

Un decano que dirige la Facultad de Medicina y lucha contra el “régimen de poder” de la Universidad; una candidata “progresista” que apela a la memoria en positivo y a las virtudes actuales de la institución... Así de extraño y hasta errático puede parecer al espectador externo el panorama de esta campaña para elegir al futuro rector de la UGR.

El primero de los dos debates previstos entre los dos candidatos al Rectorado, Pilar Aranda e Indalecio Sánchez-Montesinos, hizo subir ayer la temperatura de la campaña unos cuantos grados, pues originó el primer cruce importante de reproches y acusaciones, especialmente las del decano de Medicina, que se presenta como el candidato sufridor y está centrando su estrategia electoral en la denuncia de ese “régimen de poder” que ha conseguido colocar en el centro del debate.

Desde el primer día en que formalizó su candidatura, SánchezMontesinos, sacó la artillería verbal contra esa “opresión” que denuncia, por parte de la estructura de gobierno de la Universidad y de la candidata oponente, que él considera continuadora. Pero no fue hasta ayer, en el debate celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas, cuando encontró la respuesta directa de Pilar Aranda a sus acusaciones, lo que hizo que éstas se afilaran más.

El candidato a rector llegó a denunciar ayer que enlaUniversidad deGranada “es difícil ejercer el voto libremente”, que el sistema es “dictatorial” en cuanto a la imposición de las decisiones del rector, que se estánllevando a cabo “amenazas” y “chantajes” para que algunas personas no puedan reunirse con él e,incluso, coacciones para evitar que se comprometan a formar un futuro Gobierno de la UGR con Sánchez-Montesinos.

Estas acusaciones, que se fueron salpicando durante la hora y media larga de debate, solapando así otros temas concretos de fondo, fueron rebatidas por la candidata Pilar Aranda, por una parte, con incredulidad: “Creo que estamos en dos universidades distintas”. Y sobre todo con una restrospectiva sobre los perfiles de cada uno: “Los que hemos luchado por la democracia y sabemos lo que es un Régimen, tenemos muy claro que hay libertad total para opinar”.

Se reconoció abiertamente “progresista” y reiteradamente hizo memoria ayer de ese pasado reivindicativo e implicado con las reformas democráticas en la Universidad, donde no recuerda “haber visto al señor Sánchez-Montesinos”. Pero a la vez, Pilar Aranda, defiende la memoria positiva de esta institución y la gestión de los anteriores rectores, pues “han permitido que la UGR esté en un lugar muy destacado”.

La política al uso se coló de soslayo también en el debate, porque aunque ambos han tratado desde el principio de la campaña de alejar su imagen de unas siglas concretas, hubo acusaciones más o menos veladas, como la del papel (o el no papel) ejercido por Sánchez-Montesinos en la Universidad de la Transición.

O cuando el decano de Medicina enfatizó en su carácter “independiente” y en no haber tenido ningún puesto ocupado por una determinada ideología política, en clara alusión a Pilar Aranda. Con régimen o sin régimen de poder, la UGR afrontará su segunda semana de campaña con altas temperaturas.

Pilar Aranda ‘ficha’ a la decana de Económicas como gerente

La candidata para ser la primera rectora de la UGR (un aspecto que pasó desapercibido en el debate) anunció ayer dos fichajes para su posible equipo de gobierno, en caso de ganar las elecciones. Pilar Aranda anunció que la actual decana de Económicas, María del Mar Holgado, sería gerente de la UGR y que el profesor de Derecho Pedro Mercado, se convertiría en secretario general, dos de los puestos más destacados. Su oponente, Sánchez-Montesinos, no pudo contestar esta cuestión planteada por correo, pues aseguró que el “régimen de poder”, las “amenazas” y los “chantajes” hacen que no pueda adelantar nombres de personas o que éstas se puedan comprometer. La candidata fue la que más propuestas concretas planteó, sobre los estudiantes, la movilidad, los idiomas o la integración en la ciudad, pero quedaron bastante solapadas en el rifirrafe de política electoral, el terreno de su oponente.

El traslado de Medicina al PTS, una delgada línea para Montesinos.

La compatibilidad de su cargo como decano de Medicina y sus aspiraciones al Rectorado es a veces un asunto delicado para Indalecio Sánchez-Montesinos, que tiene que andar por una delgada línea, dada la reticencia de esta Facultad a asumir el próximo curso el traslado al nuevo edificio del PTS, como indica claramente el Rectorado. El aspirante a este cargo da por hecha esa mudanza tarde o temprano pero condiciona el cambio a una serie de modificaciones que hagan compatibles las clases teóricas y prácticas en los hospitales. Pilar Aranda insistió en la viabilidad del traslado, según la opinión que le han facilitado algunos destacados docentes de Medicina. Y ella misma fue la primera en sacar a la luz este tema delicado para su oponente, al anunciar su proyecto de hacer el Centro del Estudiante en el antiguo edificio, “en cuanto se lleve a cabo el traslado”.

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