Granada

"La sociedad está preparada ya para un debate abierto sobre eutanasia y aborto"

  • Simón ha sido nombrado vocal del Comité Nacional de Bioética, que se encargará de emitir informes a petición de administraciones o por iniciativa propia en el marco de la Ley de Investigación Biomédica

El experto en bioética y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública Pablo Simón ha sido nombrado, a propuesta del consejo interterritorial de sanidad, vocal del Comité Nacional de Bioética, creado dentro de la Ley de Investigación Biomédica. Pablo Simón era ya miembro del comité de ética e investigación de Andalucía.

-¿Cómo actuará el nuevo Comité Nacional de Bioética?

-Habrá dos formas. Se podrá actuar en respuesta a preguntas que formulen las administraciones, como el gobierno Central o las comunidades autónomas, sobre temas en los que tengan duda tanto de investigación como de otros asuntos relacionados con la ética y la medicina, y otra por iniciativa del propio comité por considerar que hay un tema importante para la sociedad que hay que aclarar.

-Se trabajará con informes.

-Nuestra acción será consultora, de emitir informes, pero no de pronunciarse directamente sobre investigación. El comité se pronunciará en función de los valores importantes en una democracia, en el marco de la Constitución. En la ética se habla de valores importantes para la ciudadanía.

-En los trabajos con células madre, tras el archivo de la denuncia presentada contra cuatro investigadores, ¿está ya todo solucionado desde el punto de vista ético?

-Es un tema importante. Aquí hay que diferenciar entre las convicciones morales de las personas, lo que cada uno piensa y su escala de valores, y los valores éticos, los que en un momento las sociedades dicen que es importante proteger y defender. El problema es que a veces estos dos mundos entran en conflicto. Me parece bien que las personas desde sus convicciones expresen discrepancia y lo hagan como denuncia, es legítimo, pero también lo es que la sociedad o poderes públicos digan que no es un problema para la colectividad y que esos valores se seguirán defendiendo. Lo cual no quiere decir que más adelante no haya más problemas. Habrá que estar vigilantes y pensar si valores fundamentales pueden quedar en peligro.

-Se necesita, entonces, un cambio de mentalidad en la sociedad.

-Los valores éticos de la sociedad cambian. Hay personas que piensan que éstos son inmutables y no es así. Cosas que hace 50 años parecían inaceptables hoy están aceptadas como valor que hay que proteger. Todo lo relacionado con nuevas tecnologías o investigación va cambiando. Dentro de 20 años estos problemas no lo serán.

-Pero los problemas éticos no terminarían aunque se trabaje sólo con células madre adultas, a las que las últimas investigaciones les dan más importancia de la que en un principio se creía.

-Puede ser, por eso aspiro a que el comité tenga actitud abierta hacia lo que tenga que venir. No dar por zanjado nada y estar en actitud si llegan nuevos problemas e intentar aclararlos si es por pensamientos personales o porque se pongan en realidad en peligro valores fundamentales de la persona. Hay que tener actitud abierta y crítica porque no todo es bueno porque sea innovador y hay que estar vigilantes.

-Otro papel del comité será atender preguntas sobre cuestiones médicas. Todos recordamos el caso de Inmaculada Echevarría, que abrió de nuevo el debate sobre la eutanasia.

-Ese caso se zanjó entre el Comité de Ética de Andalucía y el Consejo Consultivo, que encauzaron el debate, pero puede que se den casos en otras comunidades que no lo vean tan claro y acaben en el comité nacional. Yo creo que ese caso marcó un antes y un después desde punto de vista ético y jurídico. Las personas pueden decidir hasta dónde llegar con el tratamiento. Pero el gran debate que no se ha producido es el de la eutanasia, si se puede reclamar una inyección que produzca directamente la muerte. El debate no está acabado aún en España.

-Cuando salta a los medios de comunicación un caso así se abre el debate pero cuanto se deja de hablar de eso se enfría. ¿Está la sociedad preparada ya para ese debate? ¿Cuándo puede llegar?

-El PSOE ha decidido no incluir la eutanasia en el debate electoral. Es un tema difícil. La sociedad, potencialmente, está en situación de debatirlo. Cuando aparecen los casos se habla pero luego decae, pero creo que sí se podría debatir más abiertamente aunque necesitamos un poco más de tiempo. El comité, por ejemplo, podría guiar el debate en esta materia. En España, el comité de Cataluña ya se ha pronunciado con un buen informe que dice que es conveniente reformar el código penal y abrir la puerta a la despenalización de ciertos casos de eutanasia. Puede que el comité nacional lo retome.

-Ahora, tras el caso de los abortos ilegales, toca el debate de la Ley del Aborto.

-Es un tema muy sensible. Personalmente creo que la legislación actual debería cambiar porque la percepción que teníamos todos es que el marco legislativo, que establece el aborto como delito excepto en ciertos supuestos de despenalización, no funciona bien porque había interpretaciones que desvirtuaban algunos supuestos despenalizadores convirtiéndola casi en una ley de aborto libre. La sociedad tendrá que decidir si quiere seguir en el marco de la despenalización y buscar una interpretación más rigurosa de los supuestos o plantearse un paso más hacia el aborto libre en el primer trimestre. Creo que la sociedad tienen que decir hacia dónde quiere ir porque la situación actual no es buena.

-Si el debate de la eutanasia puede tardar, el del aborto está ya sobre la mesa e incluso en programas electorales.

-El comité lo único que hará es recomendar. Depende de los políticos. Nosotros podríamos decir por aquí se podría ir o por aquí se necesita con más cuidado, al igual que en otros temas.

-¿Pero cree que ya estamos preparados para esos debates y la creación de una ley de la eutanasia o la llegada al aborto libre durante las primeras semanas de gestación?

-Lo que habría que ser es más activos en la elaboración del debate, para lo que se necesita la ayuda de los medios de comunicación, que tienen un papel social clarísimo. Pero, personalmente, sí creo que la sociedad está preparada para el debate sobre la eutanasia y el aborto y que lo puede hacer responsablemente en contra de los que plasman la opción más negativos. La sociedad puede dar ese paso porque ha demostrado mucha sabiduría y prudencia. Se dará y se hará con sensatez.

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