Granada acoge desde mañana y hasta el domingo la VI Convención Nacional de Mujeres taxistas, unas jornadas de convivencia, charlas técnicas y conocimiento de la profesión y que reunirá a más de 80 profesionales del taxi.

Según la taxista granadina Manuela Collado, que lleva desde 2005 ejerciendo y desempeña su trabajo en Moraleda de Zafayona, todavía es necesario animar a las mujeres a entrar en el gremio y a participar en este tipo de actos para ganar visibilidad. Según denuncian las mujeres taxistas, desde hace años en la profesión la mujer ha sido objeto de numerosas críticas por el tipo de trabajo que se realiza. "Para mí es un orgullo pero todavía hay mujeres que no se lanzan por miedo. Siempre te dicen que eres más débil y que es un trabajo duro por el riesgo y lo que puedan hacerte o pasar por las noches, pero eso son tópicos, tonterías, lo que tenga que pasar da igual si eres hombre o mujer y hay además medidas de protección que se pueden tomar", explica.

En Granada hay unas 50 mujeres taxistas, aunque Manuela será la única granadina que acuda al encuentro nacional.

Según las mujeres taxistas, "el taxi no es sólo cosa de hombres. Somos un grupo de compañeras, cada vez más grande, que forman parte activa de esta maravillosa profesión, que es el taxi", indican en la información del encuentro, en la que destacan que con el paso del tiempo se ha ido incrementado el número de mujeres al volante del taxi y el servicio de transporte público en general. De hecho, la primera mujer taxista de la que se tiene constancia en España ejerció a mediados de los años 50.

Este tipo de encuentros nació hace unos años y a través del boca a boca reuniendo a más de dos centenares de mujeres procedentes de todos los puntos de la geografía española que han dado forma a un encuentro donde las mujeres del taxi son las protagonistas, comparten su día a día de avatares, anécdotas, problemática y filosofía de lo que acontece a diario en esta profesión, que ha sido hasta hace poco adoptada por el género masculino y objeto de estereotipos arraigados por la tradición.

"El colectivo del taxi sin hablar de género es un trabajo vocacional donde a veces la actitud y aptitud de conductor marcan la diferencia con el cliente. El taxi es una profesión que se encuentra en el punto de mira de críticas en el más benévolo de los casos y otras veces de vejaciones, intimidaciones, robos, o violencia. Un día a día ajetreado y donde te encuentras a todo tipo de clientes de naturaleza muy heterogénea: no se sabe nunca lo que acontecerá en una jornada laboral densa y muy abierta al destino", dicen.

El relativizar los "problemas" y compartir la causa del volante y sus experiencias, es el leitmotiv de este grupo de mujeres taxistas. No hay que olvidar que el gremio del taxi tiene a los mejores prescriptoras de las ciudades y pueblos y son guardas de los secretos de cada población.