Memoria histórica

El mal tiempo podría aplazar la exhumación de la fosa de Lorca a la primavera

  • El antropólogo Miguel Botella, ha explicado que, según las previsiones meteorológicas, a partir del 15 de noviembre habrá unas dos semanas de tiempo estable, si bien después no se podrá trabajar "al menos hasta primavera".

El antropólogo Miguel Botella, uno de los científicos que exhumarán la fosa donde se cree que están los restos de Federico García Lorca y otras tres personas, ha señalado que el mal tiempo podría aplazar las labores de apertura hasta la primavera del año que viene.

Botella ha explicado a Efe que, según las previsiones meteorológicas, a partir del 15 de noviembre habrá unas dos semanas de tiempo estable, si bien después no se podrá trabajar "al menos hasta primavera", ha apuntado.

En este sentido, ha recordado que el territorio donde se efectuarán las exhumaciones se encuentra a 1.200 metros de altura, por lo que es "necesario" que haga buen tiempo para el desarrollo de esta actividad.

El científico, que dirige el Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, ha informado de que esta institución ya ha elaborado el informe sobre el proyecto de exhumación, que precisa los pasos que se seguirán.

Así, en primer lugar algunos científicos del departamento de Geofísica emplearán un georradar -herramienta de prospección no destructiva del suelo- en la zona de El Caracolar, de Víznar, y del monolito del poeta que hay en Alfacar, que son los puntos señalados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en los que se cree que descansan los restos de Federico García Lorca, Francisco Galadí, Dióscoro Galindo y Joaquín Arcollas.

Tras esto se compararán los resultados y se iniciarán las excavaciones con métodos arqueológicos en la fosa que presente mayor posibilidad de albergar los restos, ha explicado Botella.

Un equipo de arqueólogos y antropólogos realizarán entonces una primera identificación de los huesos que se encuentren, teniendo en cuenta la orientación en la que estén, las posibles patologías que pudiesen tener las personas antes del fallecimiento o las causas de la muerte.

A este primer análisis le sucederá uno más exhaustivo, una vez se trasladen los huesos al laboratorio de Antropología de la Universidad, donde se efectuará una reconstrucción en tres dimensiones del esqueleto, empleando para ello un programa informático especializado.

El antropólogo ha explicado que, "si hace falta", se requerirá la colaboración de un equipo de científicos extranjeros para corroborar los datos obtenidos, tras lo cuál se pasaría a realizar un estudio del ADN de los restos.

Este informe aún no ha sido solicitado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada -encargado de la tramitación de la apertura de la fosa-, ha asegurado Botella.

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