Granada cf

Aviso en un atasco

  • La realidad de la Segunda y de la formación de la plantilla quedaron patentes en el empate a cero contra el Albacete

  • Los que tienen que salir no salen, y eso es un problema

Joselu marró en el descuento la mejor ocasión del Granada, que hubiera marcado antes de haber tenido a un delantero de características de Adrián Ramos.

Joselu marró en el descuento la mejor ocasión del Granada, que hubiera marcado antes de haber tenido a un delantero de características de Adrián Ramos. / carlos gil

El empate del domingo noche entre Granada y Albacete era muy necesario. Para la afición sobre todo, para el equipo en parte, y para la dirección deportiva sin ningún género de duda. Los primeros ya saben que la categoría es fea, oscura, alberga horrores, y es injusta (me suena a cierta serie de la que todo el mundo está hablando en estos días). Los segundos también saben que les va a costar, que una victoria fácil en el primer partido casi que hubiera supuesto un somnífero. Y para el tercero supone espabilar, darse cuenta de que con el plantel que hay ahora se lucha pero no se garantiza nada. Bienvenidos a la Segunda División en toda su crudeza.

LECCIÓN

El ejercicio de impotencia contra los albaceteños no fue más que una lección, un recordatorio de que esta categoría es muy perra, en la que las diferencias de presupuestos son escasas y en las que tener mejor o peor juego o plantilla tampoco garantiza el éxito. Pero eso es bueno. Bueno para que la hinchada hable de reconquista pero no con la suficiencia y convicción que en ciertos sectores he denotado durante este verano. Pero como ya he dicho, este cerocerismo es un toque de atención a Manolo Salvador. La primera parte del mercado ha sido fantástica para su credibilidad. Lo que se vio ayer sobre el campo es el equipo que se hizo en julio y que moldeó en Países Bajos José Luis Oltra. Pero al igual que el Sabio de Hortaleza dijo que las Ligas se ganaban en las diez últimas jornadas, las plantillas dan el salto de calidad en los diez últimos días de mercado. Eso le queda ahora al director deportivo para encontrar lo que le falta a esta escuadra. Un extremo más y un segundo delantero con ínfulas de titularidad, que le haga sombra a Joselu y que, a la vez, le dé descanso. Y mi pedrada particular: algún mediocentro más.

LO DEL DELANTERO

Hacía falta incluso antes de que Adrián Ramos empezase a jugar a estrella del fútbol. Oye, lo hacen todos: si no encuentro la manera de salir 'legal' (que mi agente me vaya ofreciendo hasta que alguien pique), lo hago por las malas. El colombiano ha escogido el plan B. En esa hoja de ruta, el teatro empieza con declaraciones explosivas a un medio de comunicación para forzar al club a mover ficha. Ramos no se quiere quedar, y por mucho que tenga un contrato por delante, mantenerlo a disgusto es un foco de problemas que nunca interesa en un equipo. Ahora, que él fue quien quiso firmar con Jiang Lizhang, y si ahora se arrepiente, tendrá que venir con parné o con una solución. Quedan pocos días para el cierre del mercado. A ver cómo afecta a la plantilla. El problema de Ramos parece que sí ha sido un contratiempo para el Granada, aunque en el club debieron pensar antes que en cualquier momento, un jugador de ese tipo iba a hacer la 'gatada': mantener a un futbolista de ese caché en Segunda es casi utópico. Salvador se ha encontrado ahora con la obligación de fichar a un delantero-tanque de las características de Ramos, que por cierto el domingo se hubiera hinchado a marcar.

salgan, pero ya

Pero que al director deportivo se le acumulan los problemas. Tiene que dar tres salidas que alivien el control financiero y ni Krhin, ni Saunier, ni Foulquier tienen a dónde irse. Otra consecuencia más del fatídico descenso. Nadie quiere a estos jugadores, pese a que los dos franceses tienen cartel en su país. El problema es que nadie les quiere, y que si toman las de Villadiego el día 1 de septiembre, al Granada le quedará poco margen de maniobra para firmar a lo que quiere ofertando con el dinero suficiente para convencer. Otro tema es el de Krhin. Hagan memoria porque yo lo he hecho, y no recuerdo a ningún jugador profesional que tenga cerrada su salida de un club en dos ocasiones y que ambas se frustren. De las lágrimas en Cornellà por aquel empate con Sandoval hasta convertirse en uno de los jugadores más odiados por la hinchada. El recorrido que ha hecho el esloveno es muy triste, y ahora su alta ficha frena al club. Menudo 'regalito' de los que le hicieron el contrato...

¡un equipo!

Gustó el Granada pese al empate frente al Albacete y me resulta imposible no separar esa sensación del recuerdo de la pasada temporada. Si los rojiblancos agradaron tanto, sobre todo en la segunda parte, es porque se viene de una última Liga en Primera en la que el Granada de ayer hubiera hecho picadillo a los que dirigía Tony Adams. Es así. Tantos años sin ser tan dominadores sobre un contrincante que, pese a todo, ha habido unanimidad en no criticar con saña como en otras veces hubiera sucedido. Hay un equipo, faltan las mejoras. Tampoco se pedía mucho. Solo no ser un espantajo.

la entrada

No hay mejor ejemplo de lo que interesa el Granada CF a esta ciudad-área metropolitana que la entrada de Los Cármenes del domingo. Casi once mil personas, que está muy bien para las alturas de Liga en las que estamos. Casi todo, abonados. Y a esto voy. El club alcanzó los diez mil a finales de julio, y en 21 días, ni mil carnés nuevos se han hecho. Es terrible. Sólo interesa y duele el Granada a sus incondicionales. Alabados sean, pero el resto de esos que se hacen llamar 'aficionados al fútbol' deberían calibrar cuán grande es su interés por recuperar el orgullo perdido.

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