Granada cf

Entre lo que funciona y lo que no

  • Al técnico se le empiezan a cuestionar las decisiones que toma

  • Las lecturas del partido cambiaron radicalmente a tres minutos del final

El Rayo y el Granada jugaron un partido que debió acabar en tablas.

El Rayo y el Granada jugaron un partido que debió acabar en tablas. / mateo villalba / agencia lof

Si a Oltra le dolió perder, a la afición para qué. Redes sociales y tertulias bullían de indignación tras sumar la cuarta derrota de la temporada, esta en Vallecas, donde el equipo aspiraba a enjuagar la todavía pesarosa mañana contra el Sevilla Atlético. Tres minutos le sobraron al partido para leer de una u otra manera la actuación del Granada. Si Dorado no hubiera tenido la suerte de que su disparo saliese indemne del mar de piernas que atravesó, lo del sábado habría acabado con empate a cero. Y eso era un buen resultado. Ya no se discutirían los cambios del entrenador, el rendimiento de Machís, o la actuación de los laterales. El mal cuerpo lo deja el resultado y la impresión de que el Rayo mereció más porque Rui Silva metió una buena mano. Les cambio esa por el pelotazo que se llevó Joselu a puerta vacía y que hizo que su remate dibujase una tangente hacia cualquier universo menos hacia la meta. No fue el mejor Granada pero tampoco la calamidad.

MALOS DATOS

Ese tanto de Dorado, con su buena dosis de fortuna, destapa las estadísticas negativas y que tanto enervan al personal. Solo un triunfo en cinco partidos, un bajón de prestaciones evidente, pero que, de no haber entrado la pelota del Rayo el sábado, se leería como que fuera de casa el equipo no habría perdido en los últimos tres partidos.

DECISIONES

Hay cierta polémica con las decisiones que tomó Oltra para el partido, aunque el valenciano ya advirtió días antes de que si el equipo no ganaba, daba igual que el planteamiento hubiera sido mejor o peor. A muchos les sorprendió que Sergio Peña se quedara en la grada, y más cuando el peruano se ganó esa vitola de baluarte en el enganche ya que Espinosa, precisamente, no ha cogido el anzuelo de los cariños de la grada. También tiene que ser Peña el que se ponga a tono para coger el ritmo del grupo, que lleva tiempo más pendiente de la franja roja de su país. Sigue sorprendiendo a muchos que Baena no juegue de inicio, a pesar de que Kunde fue casi el mejor en Madrid; y tampoco gustó que el malagueño saltase al campo en detrimento de Machís. Personalmente, entendí todas las decisiones de Oltra salvo una: no meter en el campo antes a Adrián Ramos. El equipo se quedó descompensado con la salida del venezolano, por lo que necesitaba al colombiano más tiempo en el campo, y así ganarse más las preocupaciones de la zaga. No me vale que el entrenador contara con un descuento mayor que los dos minutos que dio el árbitro: Ramos debió entrar a la vez que Baena.

CARAS DE CANSANCIO

Demostradas ya las prestaciones de la plantilla para sustituir efectivos de la sala de máquinas, siguen quedándome dudas sobre el nivel de cansancio que acumulan determinados jugadores. Precisamente los que juegan por los flancos, tanto en vanguardia como en retaguardia. Oltra tiene fijos a Víctor Díaz y Pedro por la derecha, y a Álex Martínez y Machís por la izquierda. Los más avanzados se han perdido algún partido pero son de los cinco que más minutos juegan, mientras que de los de atrás, sólo Álex Martínez se perdió el sábado sus primeros dos minutos de la temporada. Víctor es el único que lo ha jugado todo, y en unas posiciones de tanto desplazamiento, no tener recambios para darles reposo es un problema. Ya en Pedro y en Víctor noté cansancio en algunos planos cortos sin que el partido estuviera avanzando, prácticamente mediada la primera parte. Si luego vemos que el Rayo concitó su peligro por las bandas, la derrota tiene que servir como aviso al entrenador: aunque no guste cambiar, a veces hay que rotar. Que son 42 jornadas y quién sabe si un play off.

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