GRANADA CF | BARCELONA

Engordar para ser devorado

  • Un Ochoa imperial y un gol de Boga al comenzar la segunda parte alimentan la fe de un Granada que acaba sucumbiendo ante la pegada culé

  • Otra 'Uchada': se pierde Riazor por ver dos amarillas en tres minutos

El central Arribas mete el pecho a Jorge Molina en un salto.públicas.

El central Arribas mete el pecho a Jorge Molina en un salto.públicas. / reportaje gráfico: álex cámara

El premio de dar la cara ante todo un Barcelona sería el típico argumento, justificación o análisis somero de la actuación de un equipo de Segunda B cuando se enfrenta al conjunto blaugrana. El Granada puede sentirse orgulloso de haberle competido a Atlético y Barça en los dos últimos partidos en casa. Pero eso no saca de pobre al conjunto rojiblanco, que sigue en descenso, lejos de la permanencia y sin conseguir la machada de ganarle a un grande que tanto necesita Lucas y su equipo para creerse 'la conjura de los seis triunfos' promulgada tras el desastre de Gijón. El equipo se encomendó a 'San Ochoa' para mantenerle con vida durante casi toda la primera parte. También a una defensa pertrechada con una medular de cemento, y a la caza de una contra que jamás existió. El gol de Boga fue un atracón de fe que se acabó con el segundo gol visitante, la entrada de Iniesta para dormir el partido, y la roja de niño a Uche.

Al Granada no se le puede reprochar nada. Ni siquiera una supuesta falta de hambre a la hora de salir a por el Barça. Como Lucas justificó tras Gijón, ojalá el equipo se hubiera encerrado a discreción atrás porque así no hubiera cogido el Barcelona nunca la espalda a la defensa en los dos primeros tantos culés, y mucho menos la maquilladora goleada final. El equipo se entregó sabedor que puntuar ante el actual campeón de Liga era una quimera, que se alimentó con el empate a uno provisional y que dejó minutos para la esperanza de un equipo al que la vela del cirial cada vez le deja con menos que quemar.

El Barcelona acabó metiendo cuatro, pero solo en la recta final pudo cumplir con el guion establecido de antemano. Antes (27') se había cruzado con un impresionante Ochoa, capaz de ganarle, incluso batido, un mano a mano a Luis Suárez cuando el partido alcanzaba la media hora y el resultado inicial seguía llenando de fe a una hinchada que se encontró con el 0-1 en contra cuando las cuatro tribunas del estadio se decidieron a animar. El primer tanto blaugrana, con la defensa con muchos metros por delante de su área, encontró a Jordi Alba como improvisado asistente a un Suárez que encontró, ahora sí, a un fácil sparring en Ochoa para castigar su media salida. Picó la pelota y gol antes del intervalo, como es habitual en este Granada al que nunca le da para salir de la orilla. El charrúa ya lo había intentado antes con una vaselina que dio en el larguero y cuyo rechace anotó Neymar en fuera de juego (24').

Era 0-1 como podía haber sido 0-3 o 0-4. A los intentos previos del Barça se suma otro del uruguayo también solventado por el mexicano. La defensa de cinco aguantaba como podía porque dejaba recibir muy fácil al conjunto visitante. Se plantaban con apenas tres toques en tres cuartos del campo de un Granada que no existió en ataque más que en un tiro de Kravéts en situación desesperada entre Sergi Roberto y Mascherano.

La segunda parte amaneció con una alteración del paradigma esperado tras el 0-1. Quizás fruto de la relajación de un Barça que no se veía inquietado por el Granada. Pero a Luis Enrique le sorprendió el cambio de dibujo de Lucas, que dejó a un único punta, quitó a Angban, al que le vino grande la encomienda, y puso a Boga para tratar de revolucionar algo el partido en punta de lanza, quizás preparando el terreno para un Adrián Ramos al que se notó falto de forma por su lesión. En un balón largo de otro asistente improvisado, Saunier, llegó la pelota al galo más solo que la una ante Ter Stegen. Boga la cruzó tanto que dio en el poste, pero no tanto como para que el esférico no entrara. 1-1 en la primera ocasión del Granada y el estadio recobraba la gloria.

Por momentos pareció que habría tiempo para la hombrada del conjunto granadinista. Incluso Pereira culminó una larga jugada con disparo lejano sencillo para el arquero alemán. Pero justo antes de que Luis Enrique decidiera sacar la artillería pesada con Iniesta, un balón controlado de maravilla de espalda por Luis Suárez (con posible falta a un rojiblanco) lo convirtió el uruguayo en un pase para Alcácer, que como un puñal se coló entre dos de los centrales y definió ante Ochoa el 1-2. Se diluyó de nuevo la opción de soñar y Los Cármenes supo que ya no iba a pasar nada más con los suyos.

Rakitic y Mathieu rozaron el tercero antes de tiempo. Uche Agbo volvió a demostrar su niñez con una expulsión en apenas tres minutos que sacó ya a su equipo del partido, y quién sabe si de la permanencia ya que no estará el miércoles en Riazor. Con uno menos y el Granada lanzado a marcar un empate quimérico, el Barça cazó otra contra que acabó Rakitic, pero que Saunier desvió hacia la portería. En el alargue, Neymar marcó el cuarto, un gol de estadísticas.

Fue bonito mientras duró. Los seis triunfos empiezan en Riazor... Sin Uche.

Ochoa HH

Foulquier HH

Lombán l

Saunier HH

Gastón Silva H

I. Cuenca, 78' s.c.

Héctor H

Uche Agbo ll

Angban H

Boga, 46' HH

Wakaso HH

Andreas Pereira HH

Kravéts H

Adr. Ramos, 56' H

ter Stegen H

Sergi Roberto HH

Mascherano HH

Mathieu HH

Jordi Alba HH

Busquets HHH

André Gomes H

Iniesta, 67' HHH

Rakitic HH

Aleñá, 87' s.c.

Rafinha s.c.

P. Alcácer, 17' HHH

Neymar HH

Luis Suárez HHH

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