Hay quien dice que en el fútbol no hay justicia y que ésta la dictan los goles. Según ese criterio, el Lugo fue justo vencedor ayer pero lo cierto es que el Granada CF posiblemente realizó uno de los mejores partidos fuera de casa esta temporada pero se trajo un nueva derrota, la octava del curso fuera de Los Cármenes. Pese dar mucha sensación de peligro, tener más posesión y merecer como mínimo un punto que no se habría visto con malos ojos, se volvió a fallar en la estrategia... y ya son muchos puntos que se han perdido así. Aunque, todo hay que decirlo, en la Liga 1|2|3 es un arma muy habitual para ganar partidos y el cuadro lucense es un experto en ello como demostró en la primera vuelta.

La banda izquierda

Los rojiblancos arrancaron bien y cuando buscaron el área rival dieron mucha sensación de peligro pero atrás, la banda izquierda fue una 'autopista' sobre todo con las incorporaciones en ataque de Kravets. La poca ayuda de Agra a Víctor Díaz generaba un dos por uno en banda que generó muchos problemas porque en ataque, el lateral sevillano no suele estar tan activo como en casa como es, en cierto modo, lógico.

Gol, palo y reacción

El tanto de Machís hizo justicia a los méritos del conjunto de Oltra pero la alegría duró muy poco. En concreto ocho minutos, cuando Carlos Pita empató tras disparar sin que nadie le encimara con la fortuna de que el cuero le llegó de nuevo a sus botas para rematar, casi a puerta vacía, desde fuera del área. Pero lejos de que le afectara el tanto, el Granada reaccionó muy bien, asociándose los hombres de arriba y terminando el primer acto y y arrancando el segundo con numerosas llegadas. En cuatro minutos, los que fueron del 38 al 42, gozaron de tres ocasiones claras con dos remates de Adrián Ramos y otro de Machís. Pero es que tras el descanso, de nuevo el venezolano y Kunde tuvieron el 1-2.

Peña y Ramos

En ese periodo Sergio Peña comenzó a entrar en juego y sus compañeros lo agradecieron. Se entendió muy bien con Ramos, leyendo bien las diagonales de Agra y buscando además la verticalidad de Machís. Su último pase, que en ocasiones no salió, marcan la diferencia en la categoría pero le falta tener más continuidad. Las llegadas se sucedían pero el choque comenzó a tornarse de ida y vuelta conforme fue avanzando el duelo. Y aunque Javi Varas tan sólo se empleó en una ocasión, el Lugo terminó mejor sobre todo tras la entrada de Barco, que con su corpulencia generó más problemas a la dupla de centrales.

La estrategia

En los últimos diez minutos, a los rojiblancos les costó tener más presencia en el área y eso que Oltra cambió el sistema y dio entrada a Joselu para formar con dos delanteros en un 1-4-4-2. Pero a base de empuje y juego directo, los de Francisco encerraron a su rival, gozando de numerosos saques de esquina. Hasta nueve lanzaron en el segundo tiempo y muchos de ellos en los últimos cinco minutos. Y cuando se concede tantas opciones a un equipo que cuenta con jugadores que van muy bien por arriba como Barco, Pita, Seoane, Iriome (que fue cambiado) o Bernardo, lo normal es que alguna la aprovechen como así fue. Porque no es la primera vez que lo hacen esta temporada. La derrota llegó en el último suspiro y sin tiempo de reacción tras una falta lateral. Una vez más la estrategia, pero se mereció más aunque eso ya no sirve.