El entrenador del Sevilla, el argentino Jorge Sampaoli, hizo un perfecto análisis en la rueda de prensa posterior al choque de los que ocurrió en el terreno de juego. Reconoció que el Granada "ganó bien" y no puso como excusa para la derrota el trascendental partido que jugarán el miércoles en Francia de la Liga de Campeones, aunque lamentó que fallaran claras ocasiones cuando pudieron noquear a un cuadro nazarí que dependía mucho de su "estado de ánimo".

Sampaoli se mostró "decepcionado" porque los suyos pretendían "mantener la inercia de triunfos" y "seguir arriba" en la clasificación pero indicó que disputaron "un partido confuso" en el que no encontraron la "manera de golpear" cuando pudieron "hacer gol", explicando que Vitolo, Franco Vázquez y Mariano marraron ocasiones con remates prácticamente "a portería vacía".

"El equipo tuvo un bloqueo de convicción, no fue un equipo que terminó arrollando al rival, como otras veces. Tuvimos un partido de ataques intermitentes, no pudimos encontrar la vuelta al partido y nos desordenamos mucho. La primera vez que llegó el Granada nos hizo gol y luego su segundo gol, que llegó en una jugada en que nos cogieron a balón parado, nos descontroló y ahí se acabó el partido", añadió el preparador del Sevilla.

"El Granada era un equipo que hoy dependía mucho de los estímulos, el primer gol estimuló mucho su secuencia de entusiasmo, igual que en la anterior jornada en Vigo lo mató el primer gol del Celta. No pudimos dañar su estado de ánimo", explicó el argentino.

Sampaoli cree que el Granada "ganó bien" y que "no sirve como excusa" el importante partido que el Sevilla tiene el miércoles en el Liga de Campeones, en el que se jugará su pase a la siguiente fase en Lyon, lamentando que no pudieron "sacar la mejor versión del equipo" ni "generar lo habitual en ataque que se había generado en anteriores partidos"

"La flexión anímica tiene que durar muy poco porque hay una obligación cercana que nos debe tener bien de cara al torneo más importante de Europa", agregó en torno a la recuperación que espera de los suyos a nivel emocional tras la derrota sufrida.