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Machís aprende por fin a decidir

  • El vinotinto completa un encuentro cuasi incólume y, además de anotarse un doblete, es el que más dispara de todos los rojiblancos

Decidir bien. Uno de los aspectos más importantes en el fútbol. La delgada línea que puede convertir una acción en un grosero error o en un éxito repleto de rotundidad. Numerosos futbolistas, promesas de extrema calidad, se han quedado a medio camino de todo por no dominar esa faceta esencial. Y eso, precisamente, es algo en lo que erraba Darwin Machís. Hasta ayer. El vinotinto está llamado a ser clave esta campaña para el Granada CF, pero desde el acierto. Puede ser fundamental para cumplir los objetivos rojiblancos; debe serlo. Y, visto su choque ante los de Carrión, parece haber comprendido su papel. Por números, el más objetivo de los estándares, fue el mejor.

Machís aprendió ayer -o lo pareció- a decidir, algo que puede hacerle decisivo. Se olvidó de su ansia por querer hacerlo todo y se dedicó a jugar. Chutó cuando debió, combinó cuando fue la mejor opción, aguantó cuando los suyos lo necesitaban y, para colmó, se apuntó dos dianas. Mas no concluyó ahí su aportación. Marcó dos goles y fue el futbolista de franjas horizontales que más disparos practicó sobre el arco blanquiverde con cinco tiros. Se desquitó.

Los cordobesistas se volcaron en los últimos minutos y multiplicaron sus cifras ofensivas

Oltra y los suyos vencieron al Córdoba CF por 3-1 e, incluso, desperdiciaron una pena máxima -falló Ramos-. Las cifras, empero, dictan un argumento distinto. Los califales pisaron en un mayor número de ocasiones la caja rival, percutieron más veces y botaron más saques de esquina. Aunque la estadística engaña, ya que la superioridad cordobesista en guarismos se debió, en gran parte, a que en los últimos siete minutos de juego -y ya con dos tantos abajo en el luminoso-, los visitantes se lanzaron al ataque a la desesperada y lograron aumentar sus datos en la faceta ofensiva.

Los números de uno y otro contendiente pueden decir muchas cosas, pero lo cierto es que fueron los granadinos los que más sensación de peligro tuvieron sobre el pasto de Los Cármenes. Además, que el Córdoba multiplicase sus llegadas en las postrimerías permitió al meta Varas ser también uno de los notorios de los locales, pese a que encajó. El sevillano demostró reflejos y buena colocación en los tiros a la desesperada del exgranadinista Jona Mejía, el mejor de su equipo. Nebulosas aparte, el Granada CF volvió a ganar más de seis meses después. El parto ha sido duro. En el vestuario rojiblanco esperan que el resultado de ayer aporte tranquilidad y que suponga un impulso y un respaldo a la forma de trabajar del cuerpo técnico. Al menos, durante una semana.

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