Granada CF

Sobrio atrás y sin complicarse

  • El central islandés es el 'hombre escoba' de la zaga rojiblanca ante los ataques del cuadro de Simeone

  • Su concentración permite corregir errores de sus compañeros de defensa

Indiscutible para Lucas Alcaraz desde su llegada en el mercado de invierno, el central islandés Sverrir Ingi Ingason tenía ayer la oportunidad de demostrar sus cualidades ante un equipo con un gran potencial ofensivo. El ex del KSC Lokeren no se había perdido desde que aterrizó en Granada ni un solo minuto, pero es cierto que no se había topado con un jugador de la movilidad y calidad de Antoine Griezmann, el líder del ataque colchonero y un quebradero de cabeza para la gran mayoría de defensas de la Liga Santander.

Escoltado a ambos flancos por Saunier y Gastón Silva, tuvo mucho trabajo pues una de sus misiones fue acudir al corte ante un posible error de sus compañeros de zaga. Así lo hizo a los 10 minutos aunque el centro de Carrasco terminó siendo despejado por el central galo. No es un dechado de virtudes con el balón en los pies a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Sus compañeros lo saben y lo buscan lo justo. Pero si suele estar muy concentrado y eso lo agradece el equipo. Así lo demostró en una acción a un minuto del descanso al reaccionar a tiempo y despejar un pelotazo de la defensa atlética que pilló al Granada CF saliendo.

Muy atento en todo momento al corte, despejó un total de doce balones

Si algo se le ha achacado desde su entrada en el equipo son sus problemas de posicionamiento sobre todo en las acciones a balón parado. Unas órdenes de Lucas Alcaraz que el '25' rojiblanco es el encargado de ejecutar dando la última voz. Y es cierto que se posiciona mal, sobre todo si el asistente no levanta el banderín en caso de fuera de juego al dejar 'vendido' a Ochoa.

Tuvo que estar muy atento al espacio que había entre él y Silva, zona que fue constantemente ocupada por alguno de los atacantes del cuadro de Simeone y es que jugar con defensa de tres tiene esos riesgos.

Con el cambio de Thomas por Correa al descanso, el Atlético se fue arriba y comenzó a tener mucho trabajo al acumular más gente en ataque. Su mejor acción defensiva la realizó en el minuto 62 al recuperar un balón en la medular tras un error de Wakaso que de no hacerlo habría costado un gol. Un tanto que llegó cuando más dolía fruto del bajón físico del cuadro local pero que no empaña el buen trabajo de un fijo para el técnico granadinista.

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