real sociedad | granada cf

Triste consumación al final de un sueño

  • Las cifras demuestran que el Granada CF arrastró en Anoeta muchos de los males que le han llevado a perder la categoría de oro este curso

El Granada CF cerró ayer un capítulo negro de su vetusta historia con un descenso a Segunda División que no por anunciado casi a bombo y platillo fue menos doloroso para su hinchada. El choque que catapultó a los rojiblancos hacia el 'infierno' -bendito infierno para muchos, si se observa cómo estaba la entidad hace sólo una década- no distó mucho de lo que ha sido una campaña, sin tapujos, misérrima en casi todos los ámbitos en el club. Los de Adams volvieron a adolecer de muchos de los síntomas que le han llevado a esa infausta situación, algo que se reflejó en la estadística.

El técnico británico presentó en Anoeta un once plagado de músculo y con escasa imaginación, de auténticos 'perros de presa' cuyo objetivo era, a priori, ganar el duelo desde la seguridad atrás y desde la avería en las asociaciones de los txuri-urdin. Uche Agbo, Angban y el trabajo de Pereira, Cuenca y Aly Mallé eran los encargados de ello. Y lo cierto es que, al menos, antes del asueto, su plan carburó. Apenas se jugó a ras de césped ni hubo combinaciones con cierta libertad. El 2-2 en disparos en el 45' reflejaba lo tedioso de un encuentro en el que casi ninguno pisó el área rival con tono amenazante. Pese a todo, los granadinos se fueron detrás en el marcador tras una diana en el 44', para variar. A veces, el destino pega más duro que cualquier zaguero.

Con una retaguardia visitante que entremezcló incapacidad con desidia y pasividad, como es habitual, la Real Sociedad mejoró bastante sus cifras en el segundo acto. Las tablas momentáneas fueron un oasis en el desierto y los locales se llevaron un duelo que guillotina la ilusión de un graderío filipino maltratado por una pésima gestión, de tal magnitud que ni los números de la temporada son capaces de reflejar con justicia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios