Granada CF

Seis años entre las estrellas

  • De la ilusión del estreno después de 35 años a la decepción del cambio de propiedad.

  • Los dos grandes del fútbol español cayeron en Los Cármenes.

A tres jornadas del final, el Granada certificó ayer su descenso a Segunda División. Estaba cantado desde hacía tiempo, pero no por eso duele menos. Se acaban así, seis temporadas y siete años que suponen la segunda mayor estancia del club rojiblanco en la élite del fútbol español, que sigue sin romper la barrera de época dorada de los años setenta. Aquella vez fueron ocho campañas seguidas en Primera. El actual Granada se ha quedado a dos. Parece lejano e imposible de alcanzar la meta de los diez cursos entre los mejores, aunque si el futuro que Jiang Lizhang y su grupo tienen preparado para los rojiblancos se cumple, quizás esa barrera caiga algún día. Pero el club tendrá que empezar de cero desde el próximo mes de agosto.

El descenso del Granada Club de Fútbol a Segunda de ayer supone en décimo en la historia del club, y el quinto desde la Primera División. De los diez descensos de la entidad hay dos que podrían no contabilizarse, realmente. El segundo fue de Segunda a Tercera en 1952, pero una posterior reestructuración de las competiciones mantuvo a los granadinos en la división de plata. El otro fue el descenso administrativo por impagos a Tercera División del año 2002, que se produjo entre la más absoluta indiferencia de la ciudad y que estuvo a punto de acabar con la vida del club hasta que apareció Pedro Ruiz para tomar las riendas a pocos días de que empezara la Liga en el Grupo IX de Tercera.

Son tiempos pretéritos que, por suerte, están lejanos por la dimensión tomada por el club, aunque con esta relegación se acercan: ya no hay colchón sobre el pozo de la Segunda B. Ahora, el granadinismo pena su caída a la Liga 1-2-3, pero con el recuerdo de seis años inolvidables en la élite, algo que muchos jamás pensaron ver, y donde salvo Valencia y Atlético, todos los grandes del país han perdido en Los Cármenes. Ahí va un repaso de esta aventura en la Liga de las Estrellas.

2011-2012El Granada sufrió para mantenerse entre los mejores en su regreso a Primera División después de 35 años de largo penar por las catacumbas del balompié patrio. Un debut que tuvo que esperar una semana por la huelga de futbolistas convocada por el sindicato AFE. Qué mas daba aguardar una semana más tras siete lustros. El 27 de agosto de 2011, el Nuevo Los Cármenes acogió su primer encuentro en Primera. Con derrota por la mínima (0-1) con un gol de Rubén Castro en las postrimerías. No fue hasta la cuarta jornada cuando el equipo, entrenado por el hombre que sacó al club de Segunda B, Fabri González, consiguió su primer triunfo. 1-0 contra el Villarreal, que acabó bajando aquel curso y con un gol de Uche, cedido precisamente por los amarillos. Lo que le ha pasado al Granada este año, pero al revés.

El 21 de enero, Fabri fue cesado ante el dolor de la afición tras caer por 3-0 ante el Espanyol. Llegó Abel Resino, que se estrenó ganando en Heliópolis (1-2). Con el toledano, el Granada ganó seis partidos más y empató dos. Pese a ello, el equipo no estaba salvado matemáticamente cuando entró en las dos últimas jornadas. Y venía el Madrid a Los Cármenes. Cayeron los granadinos en la recta final con un penalti absurdo de David Cortés (1-2), que obligó a luchar por la salvación en Vallecas. Valía la derrota siempre y cuando el Villarreal perdiera en casa ante el Atlético. Todo iba de escándalo en ese día. El Granada empataba hasta que Tamudo marcó en fuera de juego en el descuento. Justo en ese momento Marco Rubén estuvo a punto de hacer el 1-1 en El Madrigal. No entró y los rojiblancos hallaron la salvación.

2012-2013Un viejo conocido, Anquela, tomó las riendas del equipo. Avalado por su juego y su buen hacer en el Alcorcón, la trayectoria del linarense fue irregular, con cinco triunfos, cinco empates y diez derrotas en Liga. Fue en un partido infame en el Pizjuán, con derrota por 3-0, la que desató su destitución. Llegó Lucas Alcaraz y lo primero que hizo fue ganarle al Madrid en Los Cármenes, en un partido vencido sin tirar entre los tres palos y con un histórico gol en propia puerta del astro portugués Cristiano Ronaldo.

Un equipo con Brahimi, Nolito, Siqueira, Mikel Rico, El Arabi, Recio, Buonanotte, Nyom... Ganó a la jornada siguiente en Riazor (0-3), per enganchó una racha de dos puntos de 24 que hizo temer lo peor. Hasta la victoria en Cornellà con un golazo de Nolito. Cuatro victorias y dos empates en las últimas jornada valieron la salvación, virtual a tres jornadas del término con un 3-0 a Osasuna, y oficial pese a la derrota en Valencia.

2013-2014Tras aquel año, el Granada afrontó el curso siguiente con ganas de dar un salto de calidad. Siguió Lucas toda la temporada, pero se fueron dos guindas de aquel pastel. La dirección no apostó por fichar a Nolito, craso error de Pozzo, y a última hora dejó escapar a Siqueira. La pretensión quedó interrumpida. Aquella campaña también se sufrió de lo lindo. El equipo mantuvo la regularidad pero nunca terminó de rematar la salvación.

El 12 de abril de 2014 cayó el segundo grande en Los Cármenes. Con un gol de Brahimi, los rojiblancos doblegaron al Barcelona de Messi con una defensa titánica y un Karnézis, portero griego inesperado titular aquel día, que se marcó el partido de su vida. La salvación parecía segura con aquella victoria. Quedaban cinco partidos para acabar el campeonato y con haber ganado uno de ellos casi hubiera bastado. Pero se desaprovecharon las ocasiones de sellarla al perder en casa ante el Rayo (0-3) y el Almería (0-2) en la penúltima fecha. Había que ir a Valladolid a jugársela con los titulares del campo. Quien venciera se quedaba en Primera.

El granadinismo se movilizó en masa hacia la capital castellana. Y en un partido serio como bloque, con Roberto volviendo a la portería, una jugada de pizarra con pase de Piti y remate involuntario de Mitrovic en su propia meta, dieron al Granada un triunfo justo que llevó otra vez la euforia a la afición. En la rueda de prensa posterior, Alcaraz anunció su marcha con lágrimas y voz acongojada. Se fue porque no podía aguantar la presión.

2014-2015El año del 'Milagro Sandoval' empezó con la mayor apuesta de Quique Pina por un entrenador: Joaquín Caparrós. Llegó al club entre multitudes con la intención de crear un bloque que creciera y asentara al equipo en Primera sin apuros. Empezó el equipo de vicio, con su mejor racha en Primera y en puestos europeos. Tres victorias y dos empates, pero desde ahí, seis empates y ocho derrotas. El mal juego y la visión del equipo como colista le hicieron perder el puesto al sevillano tras un 1-1 en casa frente a la Real. Demasiado había aguantado.

Llegó Abel Resino otra vez, pero los rojiblancos solo ganaron dos encuentros con él. A cuatro jornadas del final, la derrota con el Espanyol a seis minutos del 90 (1-2) hacía que una derrota la siguiente fecha ante el Getafe mandara al equipo a Segunda. Pero Pina dio un golpe de efecto. Cambió de entrenador y metió a Sandoval, que obró un milagro. Tres triunfos seguidos en el Coliseum, ante el Córdoba, y el sonado 0-3 en Anoeta permitieron a los rojiblancos llegar a la definición dependiendo de sí mismos. Y en aquella tarde de transistores, Granada y Atlético empataron a cero. Todos contentos. Los colchoneros acabaron terceros y los granadinos en Primera cuando parecía una quimera.

2015-2016El club inauguró su Ciudad Deportiva. El evento más importante, junto a la liquidación de la deuda concursal de esta etapa. Sandoval empezó tampoco logró que el equipo tuviera la regularidad necesaria y su juego no era el esperado por la afición. La plantilla sufrió también una fuerte remodelación. Una racha de un triunfo y ocho derrotas precipitó la marcha del artífice de la salvación del curso anterior.

Para sorpresa de todos, Pina decidió traer a José González, un técnico al que conoció en el Cádiz pero con una experiencia muy limitada en Primera. Pero dotó a los suyos de carácter defensivo y el equipo empezó a sumar ante rivales directos, lo básico para mantener la categoría. Cayeron Deportivo, Sporting y Levante, y se logró una espectacular remontada contra Las Palmas. El problema es que no era suficiente. Faltaban dos partidos, y qué dos partidos: en el Pizjuán y ante el Barça. Había que llegar salvados ante los culés. Y gracias a que el Sevilla tenía la final de la Europa League. Emery reservó a los titulares y los rojiblancos golearon por 1-4, no sin sufrir tras empatar los locales en el 72'. Tenían que acompañar los resultados. Valía que empataran Getafe y Sporting, o que perdiera el Rayo en Donosti. Y se dieron los dos.

2016-2017Aquella fiesta en Sevilla bajo la lluvia fue antológica, pero la tormenta no había hecho más que empezar. Una vez salvado el Granada, tanto Quique Pina como Juan Carlos Cordero quedaron a la espera de que Gino Pozzo vendiera, algo que se produjo en el mes de junio cuando la operación estaba hecha desde enero. La propiedad decidió vender el club al chino Jiang Lizhang. Una apuesta de futuro, de cantera, con una filosofía a largo plazo que se mantiene, pero que se topó con las fechas. La entrada tardía de la nueva propiedad retrasó toda la planificación de la temporada. Llegó un entrenador explosivo, Paco Jémez, y un director deportivo inexperto, Javier Torralbo 'Piru', que se encontró con un mercado esquilmado y con menos ayuda de los dueños de la esperada. Se formó un equipo de cedidos y Pozzo descapitalizó a casi todo lo bueno que quedaba. Y de los pocos, muchos se cedieron a rivales directos (Alavés, Sporting, Eibar, y sobre todo, Leganés). Los números son desastrosos. Solo cuatro triunfos, ocho empates, cuatro entrenadores, el portero con más paradas de la Liga y el peor Granada de la historia en Primera. El resto de la historia ya la saben, y acabó ayer en Anoeta.

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