Quizá es la temporada que más dudas ha sembrado desde que Simeone cogió el timón del equipo, aunque seguro que cualquier colchonero la hubiera firmado hace una década. El Atlético de Madrid marcha cuarto en Primera División, pero muy lejos del trío de cabeza firmado por Barça, Madrid y Sevilla, y muy cerca (a un punto) del quinto clasificado, la Real Sociedad. Tras caer contra el equipo culé en semifinales de la Copa del Rey, el Atlético puede encarar con garantías la recta final de la temporada y mirar por el retrovisor los conjuntos que vienen por detrás. Además de la plantilla vasca, el Villarreal también hace a los rojiblancos ver amenazada su cuarta plaza para volver a la Champions la temporada que viene. Los de Simeone se han dejado puntos en algunos partidos en los que otros años conseguían el triunfo. A pesar de ello, el Calderón sigue siendo una caldera y el Atlético de Madrid está a un partido de volver a pisar los cuartos de final en la Champions. Hoy llega a Los Cármenes un equipo con la misma idiosincrasia que los últimos años, la que ha inculcado Simeone. El Atlético es un conjunto con carácter que cuando no juega al máximo de sus posibilidades baja considerablemente su rendimiento. El Granada se encontrará a un rival en el que Griezmann es su referencia en ataque y que ha perdido algo de solidez defensiva.

estilo

Diego Pablo Simeone utiliza un 4-4-2 clásico con múltiples posibilidades. El sistema de juego del conjunto rojiblanco puede adaptarse al 4-3-3 o al 4-2-3-1 dependiendo del rival o de la situación del encuentro. El entrenador argentino basa su juego en la defensa. Al Atlético de Madrid no le importa cederle la posesión del balón al rival, ya que es capaz de trazar contraataques mortales. En el Atlético trabajan todos, desde el más adelantado hasta el portero. Simeone ha convencido a su equipo de que si trabajan en defensa obtendrán resultados positivos. Hasta el momento lo ha conseguido, ya que Oblak se ha convertido en un seguro de vida durante las últimas temporadas. El cancerbero esloveno es uno de los pilares y ha echado el cerrojo a su portería. Sólo su lesión durante los últimos meses ha debilitado algo las estadísticas de goles encajados. A pesar de ello, Moyá lo ha sustituido con solvencia y el Atlético es el tercer equipo que menos tantos recibe de la Liga, con 22. El secreto de la buena defensa del Atlético de Madrid son las ayudas. Simeone quiere que su equipo cree superioridad numérica en todas las líneas para recuperar el balón.

carácter

El Atlético es un equipo que se adapta a cada situación del encuentro. Es capaz de presionar arriba o de esperar en el centro según las circunstancias sobre las que se mueva el juego. Para ello son claves dos cosas. Una es la buena forma física de la plantilla, ya que requiere de un gran despliegue. Otra es el carácter. El Atlético de Madrid siempre mueve sus líneas de forma conjunta, pero si un jugador llega tarde falla todo el engranaje del equipo. Para que todo salga perfecto Simeone necesita a unos jugadores concentrados en el partido y a pleno nivel físico.

griezmann

A pesar de que la palabra más repetida por Simeone es que el Atlético de Madrid es un equipo, siempre destaca un jugador por encima del resto. Ese es Griezmann. El francés se ha echado a su equipo a la espalda en ataque y suma 20 goles en 37 partidos esta temporada. El delantero tuvo un pequeño bache en mitad de la campaña que su equipo pagó con una disminución considerable del nivel. El potencial ofensivo del conjunto rojiblanco depende del estado de forma de Griezmann, aunque también suman goles Kevin Gameiro, Carrasco o Fernando Torres. El francés le otorga algo diferente al ataque cuando el balón pasa por sus pies y es el futbolista más desequilibrante de la plantilla. Todos los ataques pasan por sus botas, ya que les da sentido y pone el factor diferencial. El Atlético ha perdido llegada desde segunda línea en los últimos años, sobre todo con la salida de Raúl García hace dos temporadas. Ahora sólo Koke y Saúl aportan gol con sus incorporaciones desde el centro del campo.