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El enésimo tiro en el pie

  • El equipo vuelve a empezar con un 1-4-2-3-1 y cambia a la hora al 1-4-4-2

Pedro Morilla recuperó para el definitivo choque ante el Sevilla Atlético a Saunier y a Adrián Ramos pero sólo dio la titularidad al primero, ya que no decidió arriesgar con el colombiano tras estar un mes de baja. Saunier acompañó en el centro de la zaga a Chico Flores, por lo que se rompió la pareja gaditana formada por Chico y por Germán que era la que el preparador sevillano había utilizado hasta ahora. Sin Adrián Ramos arriba, Morilla volvió a apostar por Manaj, mientras que la otra novedad en el once fue Pedro, que relegó al banquillo a un Antonio Puertas que con el nuevo técnico siempre había jugado de inicio. El resto, los mismos que contra el Osasuna repitiendo Morilla el 1-4-2-3-1, su dibujo base de los principios de los partidos desde que llegó al banquillo del Granada.

agra y nadie más

Se Llevó el cuadro rojiblanco el peso del choque desde el inicio y tardó muy poco en mostrar cuál iba a ser su mejor arma atacante: balones en largo hacia Agra para la cabalgada y el centro del luso. No tenía el Sevilla Atlético un lateral zurdo disponible por las lesiones y tuvo que reconvertir Tevenet a un central para medirse al Granada, lo que trató de explotar el cuadro nazarí. La idea de Morilla funcionó pero el problema es que ningún jugador aprovechó los centros de Agra, ya que a Manaj y Kunde le ganaban la partida sus pares, y que no había otra alternativa ofensiva.

sin profundidad

Los centrocampistas crearon entre muy poco y nada, Pedro anduvo medio desaparecido, Kunde no tuvo el día y Manaj forzó se movió bien pero no pasó de forzar algunas faltas, como es habitual desaprovechadas por los suyos. Los laterales, que en situaciones de bloqueo muchas veces son la solución, apenas se incorporaron al ataque y se centraron más en tareas defensivas.

cambio de dibujo

Pese a que no hubo ningún atisbo de mejora en el segundo tiempo, Morilla tardó un cuarto de hora en realizar cambios. Incluso, fue el Sevilla Atlético el primero en mover su banquillo. A los 62 minutos entraron al campo Adrián Ramos, que seguramente pactó con el técnico jugar sólo la última media hora, y Joselu, retirándose Manaj y Montoro, que firmó un mal partido y con pinta de no estar a tope en el plano físico. Estas variaciones provocaron que el Granada mutara al 1-4-4-2, dibujo que ya mantuvo hasta el final del choque. Kunde se retrasó al doble pivote junto Alberto Martín, los dos atacantes que entraron se colocaron en punta y tanto Agra como Pedro siguieron en banda.

tercer relevo

Daba la sensación que el choque, igual que ocurría la pasada semana contra el Osasuna, pedía el juego entre líneas de Espinosa, pero Morilla tampoco lo sacó esta vez. Agra dio muestras en un par de acciones de estar con las fuerzas justas y el preparador decidió dar minutos a Antonio Puertas para refrescar esa banda derecha.

leve mejora

La presencia de Adrián Ramos mejoró levemente al Granada en ataque. Al menos remató un par de veces en las dos mejores, y casi únicas, ocasiones del choque. Kunde, que jugó su peor partido de los últimos tiempos, creció con el paso de los minutos y fue el hombre que mantuvo el equilibrio cuando el duelo se rompió, aunque perdió llegada y presencia en el área contraria.

el granadino rival

No deja de ser curioso que el único futbolista granadino que había ayer sobre el terreno de juego de la Ciudad Deportiva del Sevilla jugaba en el filial hispalense. El motrileño Miguel Martín fue el delantero centro titular de los blancos. Aún en edad juvenil, comenzó la temporada enrolado en uno de los equipos juveniles de los hispalenses, ni siquiera en el División de Honor, pero su progresión le ha llevado a hacerse con un hueco en el equipo de Segunda. Firmó una buena actuación aunque no pudo completar el encuentro por problemas musculares y tuvo que ser sustituido antes de la finalización.

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